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Juan Díaz, egresado destacado de la carrera de Terapia Ocupacional, no solo lleva consigo el título académico, sino también un compromiso con la comunidad. Su labor traspasa el ejercicio profesional, destacándose por su activa participación en el sector Agüita de la Perdiz en Concepción, donde ha contribuido al bienestar y calidad de vida de los residentes locales, impulsando iniciativas notables vinculadas a la creación de redes comunitarias, como la Brigada de Emergencia.

Paralelamente a su participación comunitaria trabaja, hace más de cuatro años, como terapeuta ocupacional en el Centro Integral para el Adulto Mayor (CIAM) del Cesfam Pedro de Valdivia, brindando acompañamiento terapéutico a sus pacientes.

¿Qué te inspiró a elegir la terapia ocupacional como carrera?

Dentro de varias disciplinas, el área de la salud siempre ha sido motivante. Sin embargo, en el tiempo donde buscaba la carrera más integral, encontré que terapia ocupacional es una disciplina que engloba diversas áreas, no solamente lo clínico, sino que también tiene un fuerte componente comunitario.

¿Cómo surge tu interés en contribuir al desarrollo de la calidad de vida en barrios como Agüita de la Perdiz?

El nacer y crecer en un sector como Agüita de la Perdiz, me permitió conocer e identificar fortalezas y necesidades, las cuales son posibles de trabajar. Existe una fortaleza fundamental: el sentido de pertenencia que se da en la comunidad, dado el contexto histórico de la población a nivel local y nacional.

Cuéntanos sobre tu rol como terapeuta en el Centro Integral para el Adulto Mayor del Cesfam Pedro de Valdivia

A mediados del año 2019, se hizo en conjunto con el equipo Ciam y Cesfam la habilitación y puesta en marcha del centro, lo cual habla bien del desarrollo institucional. Además, estar en comunidad hace que nuestras acciones perduren en el tiempo.

¿Qué desafíos y recompensas has encontrado al trabajar con adultos mayores en este entorno?

Uno de los desafíos de trabajar con personas mayores ha sido el proceso de envejecimiento relacionado con las perspectivas de los usuarios en temas sobre el término de la vida, visualizado como un proceso natural.  Sin embargo, al llegar a nuestro centro se genera un proceso terapéutico tan fundamental, que los impulsa a estar gran parte de la semana en talleres y atenciones individuales.

El perfil de usuario, es en su mayoría, comprometido con la participación en actividades que le han generado un impacto positivo en sus vidas, lo cual es una gran recompensa para el equipo de trabajo.

¿Existe alguna iniciativa comunitaria o proyecto del cual estés especialmente orgulloso?

Dentro de varias iniciativas, elegiría dos fundamentales:

La primera el año 2015 con un proyecto de Fondos Concursables UDLA, relacionado con gestión de insumos y capacitaciones para la Escuela de Terapia Ocupacional (el tercero de la Escuela y el primero con ejecución de capacitaciones a estudiantes), el cual fue un gran desafío para mí como estudiante, pero a la vez significativo, principalmente por el apoyo de la carrera y las orientaciones de Dirección de Asuntos Estudiantiles.

El segundo, un Proyecto de Pavimentación Compartida en Agüita de la Perdiz, desde el año 2016 hasta 2018. Este proyecto fue significativo debido a que, a pesar de los diversos inconvenientes de gestión institucional, se problematizó y se empoderó a la comunidad, no solo a ser un ente fiscalizador, sino también resolutivo. Esto reflejó que la intervención de los vecinos del pasaje ayudara a superar con creces las especificaciones técnicas y comunitarias del proyecto, y visibilizó los buenos resultados del trabajo integral entre instituciones y comunidad.

¿Cómo Universidad de Las Américas influyó en tu formación como terapeuta ocupacional?

Dentro del punto de vista académico, el tener diversos académico me permitió conocer las múltiples áreas tanto del ámbito de salud (genérico de facultad de salud), como también desde el punto de vista disciplinar de la terapia ocupacional. Además, destaco el enfoque comunitario que posee la Universidad, y las diversas líneas de intervención asociadas, las cuales generan una distinción respecto a otras casas de estudio.

¿Existen habilidades específicas adquiridas en UDLA que consideras fundamentales en tu labor actual?

Es fundamental potenciar diversas habilidades, entre ellas el sentido comunitario y habilidades blandas para que, al momento de generar una intervención, visualicemos el entorno y contexto como factor influyente en el desarrollo del día a día de las personas con quienes interactuamos.

¿Hay proyectos o metas a largo plazo que te gustaría alcanzar?

Sí, entre ellos continuar aprendiendo mediante la formación académica, para tener las habilidades y conocimientos que vayan den línea con la mejora de las condiciones de vida de las personas. Además, el generar procesos de aprendizaje con estudiantes que deseen tener esta visión comunitaria, lo cual siempre es enriquecedor desde el punto de vista de calidad humana.