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El Dr. Álvaro Huerta, Director del Núcleo de Investigación en Salud, Actividad Física y Deporte (ISAFYD) de Sede Viña del Mar, junto al académico adjunto Emilio Jofré, también integrante del grupo, presentaron el póster “Incidencia de la fuerza muscular, antropometría y asimetría sobre el índice general de autonomía en mujeres mayores chilenas”, en la Primera Jornada Científica 2023 del Centro de Envejecimiento Saludable (CIES), que reúne y fue creado por el Consorcio de Universidades del Estado Chile (CUECH).

El evento, realizado en Talca, convocó bajo la temática “Década del Envejecimiento Saludable declarada por la OMS” a investigadores y académicos de universidades chilenas y a expositores extranjeros para abordar avances, proyectos y estudios relacionados al área.

El Dr. Huerta explicó que en la oportunidad difundieron los resultados de un estudio colaborativo que el núcleo realizó junto a la Universidad de O’Higgins, el que tuvo como propósito relacionar los niveles de fuera muscular, parámetros antropométricos y asimetrías de las extremidades inferiores y superiores con la autonomía funcional de un grupo de 39 mujeres mayores chilenas, usuarias del Centro de Salud Familiar Faustino González de Talca, a quienes se les evaluó mediante el protocolo del Grupo Latinoamericano de Desarrollo pata la Madurez (GDLAM) originario de Brasil, entre otros instrumentos.

El académico comentó que una disminución en la autonomía funcional puede desencadenar un aumento en la fragilidad de las personas mayores. Mientras que una forma temprana de monitorear una alteración en la funcionalidad es observar los desequilibrios musculares en las extremidades, como la disparidad de tamaño y fuerza entre ellas. En este sentido, la información que existe en Chile es limitada, de ahí la importancia de esta investigación que, entre otras cosas, nos permitirá avanzar en programas y políticas que favorezcan la prevención, bienestar y autonomía de este grupo etario.

“Luego de evaluar la autonomía funcional de las participantes del estudio, las separamos en dos grupos, mujeres mayores con un percentil sobre 50 e igual o menor a 50. Posteriormente, tomamos las variables de fuerza y antropometría, asociándolas con la autonomía funcional. En este punto, nos dimos cuenta que las personas con parámetros antropométricos disminuidos y menores niveles de fuerza muscular pertenecían al percentil con menor autonomía funcional, concluyendo que las covariables de edad, antropometría, fuerza muscular y asimetrías en las extremidades superiores e inferiores, determinan qué tan autónomas son las personas mayores”, dijo el investigador, mencionando que disponer de estos antecedentes es relevante para realizar un seguimiento, tomar decisiones y aplicar estrategias preventivas antes que este grupo etario pierda la autonomía y lleguen a un punto de fragilidad y dependencia.

“En este congreso hubo profesionales multidisciplinarios de las diferentes universidades, mientras que el propósito de nuestro estudio y póster fue mostrarles que existe una batería de pruebas que se aplica en las personas mayores que viven en comunidad, que puede ser complementaria a las mediciones que se realizan en los centros de salud. Nosotros estamos tratando de implementar en Chile la batería GDLAM, elemento central de nuestro estudio, generando artículos de validez y fiabilidad, junto a una escala cualitativa por rango etario y sexo. La recepción de la propuesta fue muy buena, para muchos novedosa, de impacto y con proyección en el tiempo”, expresó el director del Núcleo.