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La artista y académica de la Escuela de Arquitectura, Constanza Hermosilla, realizó un laboratorio experimental denominado “Arquitectura blanda”, el que a través de una convocatoria reunió a personas de distinto ámbito para crear una estructura semi circular hecha de telas que fue instalada en uno de los respiradores de la estación Bellas Artes del Metro de Santiago.

Con máquinas de coser, agujas e hilo, los participantes del laboratorio manufacturaron esta estructura arquitectónica flexible durante cuatro días en el Museo de Arte Contemporáneo en Quinta Normal. Este es un trabajo que Hermosilla viene trabajando desde hace un tiempo, instalando estos dispositivos en el espacio público por medio de la intervención para ver, analizar y discutir la interacción de las personas con estas estructuras activadas por el aire de máquinas que recorren la ciudad.

El laboratorio de arquitectura blanda es un laboratorio experimental y transdisciplinar que abre el trabajo de proceso artístico que vengo llevando hace un tiempo a un público amplio. Se realizó una convocatoria donde personas de distintas disciplinas participaron para cocrear esta estructura inflable que se activó en respiraderos de estaciones del Metro de Santiago”, comentó Hermosilla.

La particularidad que tuvo este laboratorio de arquitectura blanda, es que por primera vez y a diferencia de las otras estructuras inflables hechas por la artista, la fijación que va a las rejillas de los respiraderos del Metro. Los cuerpos fueron las columnas o los pilares que sostienen esta estructura, inspirándose en las cariátides de la antigua Grecia. La estructura es una media esfera que se divide en 8 gajos, que cuando convergen dos gajos hay una jardinera.

“Utilizamos distintos retazos de tela de diferentes proyectos anteriores. El trabajo consistió en unir todos estos pedazos de tela para hacer los patrones, fue un montón de pega. Hubo que unir y fijarlas para que no se descocieran e hicimos una composición cromática que fue iniciativa 100% de las y los participantes”, explicó la artista.

Este proyecto es una apertura de un proyecto más amplio desarrollado por la académica denominado “Cómo se ablanda una ciudad” y que es financiado por el Fondart de Creación Nacional de 2023.

Esta fue una apertura de proceso para mostrar lo que vengo haciendo desde hace un tiempo, y en este caso no es solo mostrar sino también permitir que otras personas participen y tengan una influencia directa en el diseño, el resultado y sobre ciertas técnicas, y que se alimentó con distintas perspectivas que tiene la gente. Aquí participaron personas relacionadas con el trabajo social, la arquitectura, el arte y el diseño”, señaló Hermosilla.

Aparte de las técnicas utilizadas de coser, medir y diseñar, el proyecto contemplaba un aspecto social y político: “Esto involucra traer a la ciudad una manera distinta de habitarla. Hacer que los cuerpos converjan en una estructura circular horizontal para relacionarnos desde lógicas que tienen que ver con lo improductivo, lo estético, con una cuestión que va a contra pelo de la razón para la que está diseñada una ciudad. Que usualmente tiene que ver con fines mucho más prácticos, laborales, financieros, y en este caso, se está buscando compartir, conocernos, jugar, experimentar, relacionarnos desde el ocio y la contemplación”.