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Diego Zavala, estudiante de la carrera de Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física del Campus Santiago Centro, se caracteriza dentro de su entorno académico por su actitud positiva y participar de todos los voluntariados que le es posible, preocupándose de aportar en la calidad de vida de quienes más lo necesitan.

Mantenerse motivado es uno de sus fieles principios para enfrentar cada desafío con la mejor actitud. Una forma de vida que asegura que se lo debe a su familia: “Todo lo que soy es gracias a los valores y educación que me entregaron, poder crecer como persona y profesional es una de las maneras que tengo para agradecer todo lo que he recibido”.

¿Qué te inspira a trabajar constantemente en voluntariado?

Ayudar y aportar a quién sea que lo necesite, porque los grandes cambios se hacen con pequeños actos. Ir a un colegio que tiene al 90% de sus alumnos en situación de vulnerabilidad y participar de sus colonias de invierno, tan solo yendo a jugar con ellos para que sientan que alguien se preocupa, y que luego te digan “gracias tío, ya no sabíamos a qué más jugar”, lo es todo. El apoyo y recuerdo para ese escolar es único e irremplazable.

Esto se suma a realizar intervenciones y dejar espacios nuevos, donde solo había tierra. Ese lugar les entrega una perspectiva nueva de su colegio.

¿Qué te motiva a tener una actitud positiva siempre?

Nunca sabemos por lo que puede estar pasando la otra persona. Trato de sonreír y dar un poco de luz y calidez, de apaciguar las tormentas emocionales que existen hoy en día, motivándome cada minuto a pensar positivo. Además, me motiva el hecho de ser agradecido por la bendición de poder respirar y hacer las cosas que me gustan.

¿Qué significa para ti el paso por UDLA? ¿Cómo lo aprovechas más allá del ámbito académico?

Es una oportunidad de constante aprendizaje y profundización en contenidos de mi interés, donde conocí profesores y compañeros con visiones de mucha utilidad, donde acogí nuevas ideas y formas de pensar para potenciar mi carrera universitaria.

Mis espacios los aprovecho con los voluntariados que entrega la DAE, entrenando en la Sala de Actividad Física, SAF, lo que les recomiendo realizar en un ciento por ciento, solo con realizar 45 minutos de ejercicio físico, les aseguró que cambiará sus vidas. Así también, disfruto los espacios de convivencia.

¿Te gustaría seguir algún trabajo de voluntariado una vez que termines tu carrera?

Sí, la experiencia recibida de los voluntariados de UDLA me enseñó una nueva perspectiva respecto de lo mucho que podemos hacer por otros con tan poco. Finalizando mis estudios universitarios sé que podré vincular lo que me apasiona con los voluntariados o poder pertenecer a alguna ONG y sumar nuevas perspectivas con el fin de ser un aporte significativo a la sociedad.

¿Qué le dirías a tus compañeros para motivarlos a tener una actitud positiva y en pos de la ayuda a los otros?

Siempre, pero siempre sean agradecidos del solo hecho de vivir, es una oportunidad única que tenemos ahora, mañana no sabemos y, lamentablemente, los hechos siempre nos dicen “pude haber hecho esto…”, así que no se queden con las ganas de hacer nada, aprendan de lo bueno y lo malo y que el ser positivo sea un hábito y no una emoción del momento. Participen de los voluntariados y si no hay alguno disponible, gestionen ustedes mismos, siempre habrá una comunidad que necesite de pequeños actos para cambiar sus vidas.