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Judith Garrido es directora de Comunicaciones de Ejército de Salvación, organización internacional no gubernamental de beneficencia privada religioso y de caridad, y egresada de la carrera de Relaciones Públicas de la Facultad de Comunicaciones UDLA. Ingresó a los 17 años al mundo de las comunicaciones, liderando y convocando prensa para distintos eventos. A esta experiencia se suma su paso por el retail, para luego encontrar su trabajo actual “gracias a la misma Universidad”.

A lo largo de su carrera, Garrido ha demostrado su capacidad para destacar en situaciones desafiantes y exigentes, lo que la ha llevado a ser reconocida como una profesional competente en el campo de las Relaciones Públicas.

Además, el logro de Garrido, como directora en una organización de beneficencia de alcance internacional, es una inspiración para todas las mujeres que aspiran a ocupar puestos de liderazgo en campos similares. Su ejemplo destaca la importancia de promover la igualdad de género y la diversidad en todas las áreas profesionales.

En ese contexto, su experiencia en el mundo de las comunicaciones desde una edad temprana le brindó la oportunidad de desarrollar habilidades de liderazgo y gestión de equipos, características fundamentales en el mundo de hoy.

¿Cómo aportó UDLA en tu formación académica?

La Universidad me enseñó más que contenido académico. La verdad es que muchos docentes tenían lo que llamamos coloquialmente “calle”. Sabían de lo que hablaban, cómo resolverlo y a qué situaciones enfrentarnos. Me da risa recordar que odiaba o más bien no encontraba sentido a las comunicaciones internas y hoy es lo que más utilizo y valoro. Para qué hablar de marketing, hoy siento muy bien preparada discutir y debatir en una mesa de trabajo con “pesos pesados” del área. Me agrada estar blindada de conocimiento y que no me “tachen” de que “los relacionadores públicos solo hacemos eventos”.

¿Cómo es tu relación con UDLA?

Va más allá de lo académico, creo que encontré la casa de estudio ideal para mí. Destaco lo empático que son en todo momento, porque las demás universidades te ven solo como un número de matrícula y si no pagas, te vas. Acá la calidad humana es invaluable por muchos temas. En UDLA no terminas jamás de estudiar.

¿Cómo llegaste a estudiar Relaciones Públicas?

Ingresé porque mi cuñado es RR.PP. y me dijo “chica, tienes pasta para eso”. Y no se equivocó, hoy soy directora de Comunicaciones de la Fundación Ejército de Salvación y te aseguro que estaremos dentro de los tres primeros lugares, compitiendo con Teletón y Techo.

¿Qué tal tu experiencia en Ejército de Salvación?

Ha sido muy difícil, es una cultura interna de 115 años de tradición, por lo tanto, modernizar ciertos procesos y entrar al mundo de las comunicaciones ha sido muy “salvaje” para ellos. Trabajaron de manera silenciosa por más de un siglo y hoy necesitan salir al mundo para gritar #Tulucasalva. Es todo un reto, pero lo lograré y podrán ser vistos como la institución que son. ¡Los primeros en ayudar y los últimos en abandonar!

¿Cuáles son tus proyectos profesionales?

Mi proyecto profesional soy yo misma, quiero que me conozcan como la relacionadora pública capaz de lograr cosas cuando están todos corriendo de pavor (ríe). Mi idea es ambiciosa, pero quiero que me llamen de algún lado cuando esté la “embarrada” y yo poder encontrar una solución, como le digo a mis hijos “más vale solucionar que preocuparnos”.

¿Qué le recomendarías a las futuras generaciones de estudiantes?

¡Sean esponjitas! Todo, absolutamente todo sirve, hasta lo que encuentren más tedioso, fome y que crean que no sirve. Aplicarán hasta los axiomas de la comunicación.