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Ernesto Bruna es egresado de la Escuela de Derecho de UDLA, se desempeña como académico de pregrado y postgrado en distintas universidades, además de ejercer como abogado en Derecho Laboral, entregando asesoría a empresas tanto en el desarrollo de la relación laboral como también, la defensa de empleadores en juicios laborales.

En la sección de “Consejos de profesional a profesional” nuestra entrevistado explica su experiencia en UDLA y en qué consiste su especialización como abogado laboral, además de entregar recomendaciones a los estudiantes para su futuro profesional.

¿Cómo recuerda su paso como estudiante en UDLA?

Estudié en UDLA los primeros años en que se creó la carrera de Derecho y en los que solamente existía el Campus Providencia. Recuerdo muy buenos momentos en la Universidad, tuve un muy buen ambiente de estudio y, además, poseo un especial recuerdo de mis profesores, entre los cuales puedo nombrar a Mario Correa; de la asignatura Derecho Romano, Ruperto Pinochet; de la asignatura Derecho Civil y Marisol Peña; de Derecho Constitucional, de quienes recibí una sólida formación como abogado.

 

¿Qué lo motivó a especializarse en Derecho Laboral?

Debo reconocer que mis planes iniciales eran dedicarme al Derecho Penal, pero desde el principio siempre llegaron a mi oficina clientes con necesidades asociadas al Derecho Laboral, motivo por el cual decidí en el año 2004 dedicarme a esa rama del Derecho. Cuando tomé esta decisión cursé el Magíster en Derecho Laboral y me dediqué a la enseñanza del Derecho Laboral. Actualmente, además del ejercicio de la profesión, me dedico a hacer clases en pregrado, diplomado y magíster.

¿En qué consiste su especialización? ¿cuáles son sus funciones como abogado en Derecho Laboral?

Mi trabajo actual está enfocado en el Derecho Laboral empresarial, esto es, entregar asesoría a empresas tanto en el desarrollo de la relación laboral, como en la defensa de empleadores en juicios laborales, con el fin de disminuir las contingencias laborales que puedan surgir en las empresas, considerando la importancia que tiene el Derecho Laboral en la actualidad.

¿Cuál es el mayor desafío que ha tenido que enfrentar en el ámbito profesional?

Mi trabajo siempre ha sido como independiente y en tal sentido, el mayor desafío fueron los primeros años, ya que al principio cuesta mucho crear y mantener una oficina, y en la universidad uno aprende la profesión, pero no aprende a administrar una oficina. Sin embargo, con el paso del tiempo y con perseverancia, es posible alcanzar el éxito de manera independiente.

¿Cuál ha sido su mayor logro hasta el momento?

Para mí, mi mayor logro es ejercer la docencia, ya que el próximo año cumplo 20 años haciendo clases y sin duda alguna, es un privilegio poder compartir, en mis clases de pregrado, mis conocimientos y mi experiencia con las nuevas generaciones de profesionales abogados y también compartirlas con mis estudiantes de postgrado, ya que se generan interesantes diálogos en torno al Derecho Laboral, considerando que es una rama del Derecho en constante evolución.

¿Qué opina del actual sistema de Derecho Laboral en Chile y la recientemente aprobada “Ley 40 horas”?

El efecto de reducción de la jornada hasta llegar a 40 horas semanales y las normas de flexibilidad laboral y corresponsabilidad parental contenidas en ella, debe analizarse dependiendo de la realidad de cada empresa, pero lo que sí es destacable es que a mi entender es un paso adelante en la necesaria conciliación entre la vida laboral y la vida familiar, lo cual sin duda contribuye a una mejora en el clima laboral y la motivación de los trabajadores al ejercer sus labores.

¿Qué recomendaciones les daría a los estudiantes para su futuro laboral?

Les recomendaría que además del rendimiento académico tengan en cuenta que el ejercicio de la abogacía debe fundarse en una sólida formación ética y como un verdadero servidor de la justicia, actuando con honradez y responsabilidad. Sin duda, lo que a veces marca la diferencia entre un abogado y otro no es sólo el conocimiento de las normas legales, sino más bien aspectos como el cumplimiento de la palabra empeñada, la puntualidad y el respeto a la contraparte y a los magistrados.