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Haydée Cárdenas egresó de la Escuela de Trabajo Social de Sede Viña del Mar en 2016 y entre su experiencia laboral destaca su participación en el Fondo Organización Regional de Acción Social del Ministerio del Interior y en la Gobernación Provincial de Valparaíso. Actualmente es asesora territorial de la senadora Isabel Allende en el Congreso y académica disciplinar de Universidad de Las Américas.

¿Qué habilidades y valores crees que debe tener un trabajador social para intervenir en los territorios con las comunidades?

Entendiendo que mi especialización son las comunidades, creo que los valores que estamos llamados a practicar como trabajadores sociales son los éticos-políticos, porque debemos reconocer en el otro sus propias capacidades y saberes que tienen desde y para sus comunidades. Debemos entender desde dónde nos situamos con empatía y habilidades blandas, orientadas a saber escuchar, para facilitarle a las personas ciertas redes y conocimientos que les permitan desarrollar y potenciar su trabajo y su desarrollo para ser personas autónomas.

Además, es importante el reconocimiento de la otredad, donde el otro no es igual a mí, sino que hay una multiplicidad de personas, que están en juego en el ejercicio de la vida social, esto es fundamental al llegar al territorio, entendiéndolo como todo aquello desde la cultura y dinámica social que vemos en un espacio determinado y que tiene además un lenguaje determinado”.

¿Cuál crees que es la importancia de que se levanten espacios democráticos de participación ciudadana donde se escuchen las demandas de las personas y lleguen al Poder Legislativo?

En mi equipo de trabajo creemos absolutamente en la participación ciudadana, y, en cierta medida, somos la voz de aquellos que no siempre encuentran un espacio para poder expresarse. Creemos en la organización, en los movimientos sociales y en el trabajo que se levanta desde el territorio, así lo vemos reflejado en las comisiones, un espacio para que las y los ciudadanos puedan ser escuchados, y posteriormente generar proyectos de ley.

Lo que se produce es una articulación de la red, entonces somos intermediarios y una bisagra entre la comunidad, la sociedad civil y el Estado.

Tienes un trabajo activo en la intervención de comunidades en campamentos, ¿cómo es trabajar con esa realidad y qué herramientas les entregas a los pobladores desde tu rol como trabajadora social?

Yo partí trabajando con el campamento Manuel Bustos hace muchos años y posteriormente en el campamento Felipe Camiroaga, que son dos de los más grandes de Chile, además de Casa Abierta, una agrupación de campamentos de Valparaíso.

Como trabajadora social trato de contribuir desde distintas líneas, articulamos la red en todo ámbito, desde lo municipal, el Estado y el Parlamento, abriéndoles una mirada más allá del estigma de pensar que por estar en un campamento no pueden llegar a una reunión con un ministro o fortalecer su red.

Actualmente estoy trabajando con dirigentes y el día de mañana  espero que la planificación que hemos realizado en conjunto cumpla sus objetivos y el propósito. Uno instala capacidades, genera espacios, facilita conocimientos, además cumplimos un rol socio educador, porque enseñamos a darles una estructura a su labor como dirigentes sociales, de hacerlas sentir que no están solas y tienen dónde encontrar apoyo.

Además, eres académica disciplinar de la Escuela de Psicología de UDLA, ¿cómo se lleva el trabajo territorial a lo académico en las salas de clases?

Partí haciendo tutorías en proyectos sociales y después entré a trabajar a las LIC. Al momento de hacer clases, para mi es clave el rigor metodológico, y se vuelve a cruzar con lo ético y lo político, porque estamos al servicio de personas y ahí hay una doble responsabilidad.

Uno de los fundamentos de UDLA es desarrollar el pensamiento crítico a los estudiantes, entonces trato siempre de ligar el territorio con la teoría, ya que sin duda cada estudiante viene con una experiencia y una trayectoria de vida distinta y son sujetos socio históricos, por lo tanto, la pedagogía debe ser facilitadora; yo aprendo de ellos como ellos aprenden de mí, entonces yo comunico un conocimiento, poniendo en juego la vida diaria con fundamentos epistemológicos, con el fin de que a los estudiantes les haga sentido”.

¿Qué herramientas y valores te entregó UDLA para enfrentar tu vida laboral?

Los valores en lo profesional que me entregó UDLA son la ética, el compromiso, la fraternidad, la empatía, el trabajar en equipo. Respecto a las herramientas, UDLA me entregó en mi formación la metodología, el rigor, el conocimiento teórico y práctico y el interés. Además de la constante búsqueda de conocimiento y de perfeccionar mi oficio y seguir actualizando mis saberes para ponerlos al servicio de los demás, es así como al poco tiempo de egresada realice un magíster especializándome en Mr. de Trabajo Social con mención en territorio y Comunidad, y en la actualidad estoy cursando un diplomado en Educación de Adultos que imparte UDLA, y con gratitud ya que fui beneficiada con una beca para dicho perfeccionamiento.