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Estudiantes de la Facultad de Educación fueron parte de tres talleres diseñados con el objetivo de brindar a los estudiantes de primer año herramientas prácticas para el desarrollo de habilidades socioemocionales, la gestión de conflictos y el fortalecimiento del trabajo en equipo.

Las actividades tuvieron lugar en el Campus Santiago Centro reuniendo una audiencia de futuros profesionales de la educación comprometidos con la educación inclusiva y de calidad.

Los estudiantes de primer año de Educación Parvularia participaron de la “Jornada de Resolución de Conflictos y Trabajo en Equipo”, , mientras que los alumnos de Pedagogía en Educación Diferencial abordaron la inteligencia emocional.

La Escuela de Educación en colaboración con la coordinadora nacional, Marisol López, quien cuenta con una amplia experiencia en el ámbito educativo, lideró el taller de inteligencia emocional, proporcionando una serie de acciones y fomentando la participación de los estudiantes de la carrera de Pedagogía en Educación Diferencial.

Durante la jornada, los estudiantes de ambas carreras tuvieron la oportunidad de explorar y comprender la importancia de la inteligencia emocional en el entorno educativo. A través de dinámicas interactivas y ejercicios reflexivos, se abordaron temas clave como el autoconocimiento, la empatía, la comunicación efectiva y la resolución pacífica de conflictos. Estas habilidades son fundamentales para promover un ambiente inclusivo y colaborativo, permitiendo a los futuros educadores brindar un apoyo integral a sus estudiantes.

Además, se enfatizó la importancia del trabajo en equipo como elemento clave en la formación de profesionales de la educación. Las estudiantes participaron en actividades grupales que fomentaron la cooperación, la creatividad y el liderazgo compartido. Estos ejercicios prácticos promovieron la construcción de vínculos sólidos entre los futuros educadores, lo cual es fundamental para abordar los desafíos y oportunidades que se presentan en el ámbito educativo.

Los talleres recibieron una respuesta positiva por parte de las estudiantes participantes. Los testimonios reflejaron la adquisición de nuevas herramientas y habilidades, así como el fortalecimiento de la confianza en sí mismos y la motivación para seguir trabajando en favor de una educación inclusiva y de calidad.