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Durante dos meses la Antropóloga de la Universidad de Humanismo Cristiano y Máster en Geografía Humana de la Universidad de Estocolmo, Karina Raña, estuvo de visita en la Facultad de Arquitectura, Animación Diseño y Construcción de UDLA para trabajar junto a los investigadores del Núcleo Centro Producción del Espacio en su tesis de doctorado.

Raña es candidata a Doctora en Estudios Urbanos de la Universidad de Malmö y ha trabajado en diversos proyectos de investigación centrados en problemáticas urbanas y espaciales. Durante su visita en UDLA participó del seminario “Mudanzas: movilidad, inestabilidad y vivienda en Suecia” donde presentó los argumentos de su tesis.

¿Cómo se gestó tu visita a UDLA? 

Llegué con una beca de movilidad de una fundación externa de mi universidad, la cual me permite hacer diferentes cosas dentro de la realización de un doctorado. Vine a interiorizarme en lo que están haciendo en la Facultad de Arquitectura, Animación, Diseño y Construcción y principalmente en el Núcleo Centro Producción del Espacio. Antes de este viaje ya tenía contactos con Francisco Vergara y con Ricardo Greene, con quienes he estado trabajando en temas que tienen que ver con mi tesis, con sus avances y resultados.

¿En qué consiste tu tesis de doctorado?

Esta investigación trata sobre la transitoriedad habitacional en Suecia, es decir, en familias que no pueden mantener el lugar donde viven por un periodo de tiempo aceptable. Familias que se mudan constantemente porque no pueden pagar el arriendo, no tienen la capacidad de conseguir un arriendo formal en el mercado regular de vivienda y tiene que subarrendar o arrendar piezas, por ejemplo. Mi tesis se enfoca en esas familias que sufren esa inequidad habitacional.

¿Cómo esa investigación realizada en Suecia se puede trabajar acá en Chile?

El fenómeno de la transitoriedad habitacional es global. A mayor precariedad en las formas de habitar, la inestabilidad es mucho más creciente; de alguna manera podemos considerar la inestabilidad habitacional como una expresión de la inequidad habitacional.

Acá se puede ver esa situación con la constante alza de precios del mercado de arriendo y compra de inmuebles. Se puede mostrar con los datos que existen que hay similitudes con los diferentes procesos, y no solo con la comparación que existe entre Chile y Suecia, sino que esto es un fenómeno global. Esto sucede en las ciudades europeas, en Estados Unidos y Latinoamérica. Nos enfrentamos a un mercado de vivienda que está cada vez más permeado por la financiarización.

¿Qué cosas te llamó la atención en Chile con respecto al tema habitacional?

Lo que me ha sorprendido es el tema de la especulación de las grandes inmobiliarias. Tienen una gran cantidad de departamentos, una forma de acumulación que al mismo tiempo va haciendo un proceso de desposesión de la posibilidad del resto de la gente de adquirir una vivienda en términos formales dentro del mercado.

También me llamó mucho la atención los precios de los arriendos. Si lo comparo en términos nominales, en cuanto cuesta arrendar un departamento en el centro de Santiago, los valores están muy cercanos a ciudades como Malmö, Estocolmo e incluso Barcelona. Es algo muy significativo porque da cuenta que hay un paréntesis en políticas públicas que debería llenarse con el fin de regular la tenencia de viviendas y poder asegurar que las familias puedan entrar al mercado del alquiler sin que eso signifique pagar más del 50% de sus ingresos.

¿Qué opinas las políticas públicas de carácter habitacional que se están implementando en el país?

Me parece interesante lo que se está haciendo. Es importante entender que la vivienda no solo puede ser adquirida a través del mercado. En ese sentido me parece super importante los diferentes tipos de subsidios que hay como por ejemplo el de arriendo puesto que diversifica las formas de tenencia y flexibiliza; viene a recoger necesidades de demanda más que de la oferta. Beneficia a las personas que van a vivir en esos lugares más que al mercado habitacional.

Creo que aún se debe ahondar más en estas políticas públicas para así detener la especulación, generar esquemas donde las personas que compran departamentos tengan los impuestos correspondientes. Además, buscar políticas que controlen el mercado de vivienda para que las personas puedan optar a una vivienda más solidad, segura y concreta.