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En el marco de la celebración del Día del Abogado, la Facultad de Derecho desarrolló en el Campus Santiago Centro un ciclo de charlas titulado “Experiencias profesionales”.  El fin de la iniciativa fue generar una instancia de conversación entre estudiantes y abogados destacados, instando a los primeros a redescubrir su carrera y su vocación por medio de las experiencias profesionales compartidas por los exponentes.

Así, se realizaron dos charlas en la sala de litigaciones del edificio de Echaurren, en la que asistieron cerca de cuarenta estudiantes. La primera conversación la llevó a cabo el abogado y Doctor en Derecho Ricardo Araya, quien actualmente se desempeña como juez del Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, mientras que la segunda, la dirigió Ernesto Bruna, exestudiante de Derecho de UDLA, Magíster en Derecho Laboral y docente de diversas universidades del país.

De esta manera, los estudiantes entendieron a través de los relatos de los invitados la importancia de la carrera y lo trascendental que es esta tanto en el sentido profesional como personal.

Luis Cortés, Director de Carrera de Derecho del Campus Santiago Centro, comentó la importancia de realizar este tipo de actividades ya que: “es fundamental enseñar a los alumnos el sentido real de nuestra profesión (…). Estas charlas apuntan a que contribuyamos como Escuela, con hombres y mujeres virtuosos (as), para que sean un real aporte a la democracia y la República; respetando la ley y a las autoridades legítimamente constituidas bajo la tolerancia y el librepensamiento”.

Por otro lado, Vania Menares, estudiante de primer año de Derecho, expresó que: “la actividad con el exestudiante de Derecho, Ernesto Bruna, nos ayudó a entender los caminos de un abogado, las cosas que podemos enfrentar, los desafíos, las aventuras, las oportunidades que podemos tener también. Fue una instancia bastante motivadora y recreativa, por eso, agradecemos mucho su experiencia compartida”.

Finalmente, Diego Sierpe, estudiante de primer año de la carrera, consideró la exposición del juez Araya como emotiva, ya que “al final de esta, leyó un discurso de Antonio Varas, el cual tenía tintes poéticos los que ocupó para defenderse de la demanda constitucional hacia la Corte Suprema de Justicia de 1860 y que ganaron gracias a su alegato final. También la charla me amplió la visión de lo que tengo pensado hacer profesionalmente en el futuro”.