Adscrita a Gratuidad

“Mujeres lingüistas” fue el nombre de la tercera y última charla organizada por la Facultad de Educación, en el contexto del ciclo de actividades 8M de UDLA, que buscó profundizar en el debate en torno a la equidad de género en distintos ámbitos.

La actividad, que se realizó de manera virtual, contó con la participación de docentes, académicos, público en general y la moderación de Marcela Cabrera, directora del Magíster en Didáctica de la Lectura y la Escritura e investigadora del Grupo Psi-Lectes, ambos de la Facultad de Educación UDLA.

“Históricamente hubo una invisibilización del trabajo de las mujeres en la ciencia y en muchos casos existió la apropiación por parte de actores masculino. Ejemplo de eso fue el caso de Marie Curie, quien no recibió el Premio Nobel, a diferencia de su marido, a pesar de que trabajaron juntos codo a codo en el laboratorio. Entonces, la idea de este conversatorio es revisar si es que esto ha ocurrido de la misma forma en el área de las Humanidades y en particular en la Lingüística”, sentenció Cabrera.

La instancia tuvo como fin principal revisar la participación femenina en los estudios del lenguaje y compartir la experiencia de las expositoras: Soledad Chávez, Doctora en Estudios Hispánicos de la Universidad Autónoma de Madrid y miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua; Mónica Tapia-Ladino, Doctora en Lingüística de la Universidad de Concepción; y Paulina Meza, Doctora en Lingüística de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

 Chávez se refirió al rol femenino en las instituciones afirmando que “en general el ingreso de las mujeres a las organizaciones ha sido tardío, de ese modo fue en la Real Lengua Española (RAE) por ejemplo. En el último tiempo me he dedicado a estudiar a Emilia Pardo Bazán, escritora, naturalista, cronista y periodista española, quien presentó su candidatura a la RAE en tres oportunidades, y los hombres de la RAE fueron muy duros con ella, al igual que con otras escritoras durante el Siglo XIX”.

Luego fue el turno de la Dra. Tapia-Ladino, quien agradeció la invitación a la actividad y manifestó que “uno de los problemas que se genera en la ciencia solo con hombres es que las estudiantes ven pocos referentes femeninos y esto no es bueno desde el punto de vista pedagógico. Existe un vacío respecto al aporte de las mujeres en el área de la lingüística”.

En esa línea, reveló que la situación ha mejorado con el paso de los años, es así como “en el año 2015 había 92 socios en la Sociedad Chilena de Lingüística (SOCHIL) y de ese total 51 eran mujeres, o sea el 55%. Entre las socias fundadoras de SOCHIL destaca Alba Valencia y Marianne Peronard, ambas desarrollaron carreras académicas de investigación y también promovieron al gremio”.

Por su parte, la Dra. Meza indicó que “la universidad es un espacio tradicionalmente masculino. Los estudiantes ven que los académicos son hombres, las mujeres somos excepciones, finalmente se perpetúa la figura masculina sobre la femenina, donde el hombre es el prototipo”.

 “Creo que las universidades tienen un rol fundamental porque son actores claves para alcanza la igualdad de género, ya sea en docencia, en investigación, en Vinculación con el Medio, en cualquiera de los ámbitos que son importantes para las acreditaciones”, cerró la profesional.

En esa línea, la Dra. Meza compartió los resultados de un estudio que realizó junto a académicos de la Universidad de Deusto, España. “Examinamos cerca de 800 guías docentes, para analizar cuánta producción bibliográfica femenina se incluía en estos programas y también se estudió quiénes eran los coordinadores o los directores de los cursos. Cerca del 30% de la bibliografía que leen los estudiantes son mujeres y el 70% son hombres. Entonces, nuevamente los autores importantes, los autores interesantes, quiénes forman a las generaciones actuales son hombres, finalizó la Dra. Meza.