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Pablo Castillo es abogado de la Universidad Adolfo Ibáñez, Máster y Doctor en Derecho por la Albert-Ludwigs-Universität Freiburg. El profesional lleva más de diez años de experiencia ligada a la investigación y a la educación superior.

El académico ha publicado diversos libros y artículos de investigación en revistas indexadas, entre los que destaca “Die strafrechtliche Behandlung der Sterbehilfe im deutschen und chilenischen Recht“ (El tratamiento penal de la eutanasia en el Derecho alemán y chileno), Editorial Dunker & Humblot.

Recientemente, fue invitado a exponer ante la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento de la Cámara de Diputados para la elaboración de un nuevo Código Penal en el país.

En la sección “Consejos de profesional a profesional” nuestro entrevistado comenta su experiencia como académico investigador de UDLA, sus motivaciones en lo profesional y su opinión respecto al proyecto de Nuevo Código Penal en Chile.

¿Por qué te interesaste en la investigación y cómo ha sido tu experiencia cómo académico investigador en UDLA?

Siempre me interesó la filosofía del Derecho, la creación de la ley, los aspectos más abstractos, el diseño del Derecho, una perspectiva más externa del sistema jurídico, más que estar metido en el sistema. Ya en cuarto año de la carrera tenía claro que eso era lo mío: dedicarme al estudio y a la contribución del desarrollo de los criterios que inspiran el Derecho y el diseño del sistema jurídico.

En cuanto a la experiencia de investigación en UDLA, ha sido fantástica porque me han dado mucha libertad para para explorar temas. La investigación requiere de mucho tiempo, obviamente depende de las áreas que uno esté tratando, pero no todo se puede sacar rápido y es un proceso creativo también, entonces hay muchas ideas que requieren de un tiempo de maduración (…) en ese sentido, la Universidad ha sido muy generosa conmigo y me ha dado buenos espacios para poder desarrollar nuevas ideas.

¿Qué habilidades se necesitan para ser un buen investigador?

Más que una habilidad es tener la vocación, porque ese impulso por el entendimiento del Derecho de la sociedad es lo que finalmente te lleva a desarrollar esas habilidades. Lo principal es tener curiosidad puesto que eso posibilita identificar el núcleo de los problemas y saber discriminar información. La curiosidad te proporciona el foco y a partir de eso, fluyen naturalmente las demás habilidades.  

Por otro lado, hablar inglés es una muy buena herramienta de trabajo porque te abre la puerta a un mundo de información; no solo porque es un idioma internacional, sino que también porque el producto de la academia norteamericana e inglesa es excepcional, ellos están a años luz de lo que produce Latinoamérica. Si bien, es necesario investigar la realidad local, el hablar inglés es un portal muy útil para para adquirir otras perspectivas.

¿Qué ramas del Derecho piensas que son más atractivas?

Es una pregunta en la que no existe una respuesta estándar, depende de cada persona. Yo soy súper “ñoño”, me fascina la filosofía del Derecho, me encanta el Derecho Penal y me muero de lata con el Derecho Internacional, pero hay gente que tiene una pasión ferviente por este último y que encuentran aburrido la filosofía del Derecho, entonces es algo estrictamente personal. Lo ideal es que cada investigador se concentre en lo que le gusta.

Hace poco fuiste invitado a exponer en un seminario organizado por la Cámara de Diputados ¿Cómo fue la experiencia y qué ideas compartiste?

La experiencia fue buena, pero fue muy corta. Si hay alguna crítica que yo hiciera a esta instancia es que el tiempo de duración es escaso en comparación con la complejidad del tema que se trató [nuevo Código Penal].

Nos pidieron concentrarnos en los delitos contra la vida y yo me enfoqué en una crítica respecto a una regulación que, a mi parecer, es evidentemente inconstitucional. Resulta que en general, el Derecho Penal reconoce como una circunstancia atenuante el actuar por arrebato, o sea, cuando la persona desencadena un proceso psico emocional muy potente y actúa en función de eso, se atenúa la responsabilidad y este Código Penal lo reconoce, sin embargo, establece una prohibición al juez de aplicar esa atenuante en los casos de femicidio y homicidio. Entonces yo fui a decir que esa prohibición de aplicación de ese atenuante, en ese caso, es inconstitucional porque vulnera el principio de igualdad ante la ley y sugerí una redacción alternativa.

¿Qué aspectos positivos reconoces del proyecto del Nuevo Código Penal?

La regulación nueva que se propone, desde un punto de vista teórico, es excelente y sobre todo en comparación con el Código Penal actual. Es innovador, tiene un montón de virtudes, pero resulta que este Código es tan sofisticado que pienso que va a traer problemas a la hora de la aplicación. Ha sido redactado por excelentes académicos que tienen super claro cómo debiese ser un Código Penal y han visto varios códigos penales de distintas partes del mundo, pero el problema es que la realidad chilena, digamos los jueces y abogados, no van a ser capaces de comprender una regulación de semejante complejidad, en mi opinión.

Creo que va a pasar lo mismo que sucedió con ciertos aspectos de la reforma procesal penal en donde las ideas que inspiraron a esa regulación fueron tan innovadoras y sofisticadas que el sistema de aplicación, la judicatura, los abogados y la sociedad, no lo entendieron bien.

Muchas veces resulta difícil para los egresados lograr el primer trabajo y ejercer su profesión ¿Qué consejos les das?

En mi experiencia lo que he visto es que cuando entras al mercado laboral, los empleadores se fijan, no exclusivamente, en las notas. Una buena carta de presentación son las notas y un sólido manejo del sistema jurídico y del área que te interesa practicar. También sirve cultivar un conocimiento previo sobre el funcionamiento del sistema, hacer práctica, informarse por cuenta propia de cómo funciona el mundo laboral.

¿Algún libro que quieras recomendar para nuestros estudiantes y egresados?

No tiene que ver con Derecho pero siempre se lo recomiendo a mis alumnos y a todo el mundo porque diría que es el libro más importante que he leído en mi vida y lo he leído muchísimas veces, se llama: El poder del ahora de Eckhart Tolle.

Este libro de partida es una herramienta profesional, tiene aplicaciones prácticas que  siempre les recomiendo a mis alumnos, que es el trabajar el estado de presencia en la vida diaria, estar conscientes se traduce en una cabeza fría a la hora de conversar y esto es muy útil en las audiencias, en las conversaciones con clientes, en situaciones de la vida profesional en donde de repente las emociones se desbordan un poco. Tener la capacidad de mantenerse centrado y con la cabeza fría frente a una situación caótica es algo que nos ayuda a vivir de mejor forma y además, a cultivar la paz interior.