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La Dirección de Género y la Unidad de Investigación y Sanción de Universidad de Las Américas, convocó a la comunidad UDLA a la segunda capacitación “Acoso Sexual en el contexto de instituciones de educación superior”, la cual estuvo a cargo de la abogada especializada en materias de género, Elisa Walker.

En la actividad, que fue moderada por Pia Espinoza y participó también la abogada, Fernanda Guzmán, se abordaron distintas definiciones de acoso sexual, se analizaron las conductas que puedan constituirla, se expuso acerca de mecanismos de prevención y los canales de denuncia que tiene UDLA en todas sus sedes.

Como elemento inicial, la expositora sostuvo que “si bien es efectivo que la norma es neutra y puede afectar a hombres como mujeres, la realidad no es así. Las dinámicas que tenemos en nuestra sociedad nos muestran que la mayoría de las víctimas de acoso sexual son mujeres. Si queremos prevenir y tomar conciencia de estas conductas, tenemos que poner a la mujer en el centro del análisis”.

Tras eso, explicó que el “acoso sexual no es una humorada, no es un cariño mal entendido ni una actitud paternalista mal interpretada, es violencia de género. Los chilenos somos buenos para evitar decir las cosas por su nombre (…) El 2017, antes de las manifestaciones de las universitarias, la Inspección del Trabajo había recibido 333, mientras que el 2020 fueron 725; han ido creciendo de forma gradual y sostenida”.

Para hablar del acoso sexual en establecimientos de educación superior, Walter citó la Ley 21.369 la cual tiene por objetivo “promover políticas integrales orientadas a prevenir, investigar, sancionar y erradicar el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género y proteger y reparar a las víctimas en el ámbito de la educación superior, con la finalidad de establecer ambientes seguros y libres”.

Asimismo aseguró que el acoso sexual “constituye cualquier acción o conducta de naturaleza o connotación sexual, sea verbal, no verbal, física, presencial, virtual o telemática, no deseada o no consentida por la persona que la recibe, que atente contra la dignidad de una persona (…) Basta que se produzca un solo acto para que sea acoso sexual, no necesito que sea constante o repetitivo”.

Para finalizar, la abogada habló sobre el protocolo que tiene UDLA en este ámbito y destacó que “es muy didáctico para efectos de entender el acoso sexual. El documento nos dice que hay manifestaciones no verbales presenciales (sonidos inapropiados, suspiros, silbidos, exposición de genitales), manifestaciones por medios digitales (envío de mails, mensajes, uso de redes sociales con insinuaciones sexuales, fotografías con contenido sexual) o manifestaciones físicas (abrazos, tocaciones en la cintura, besos en manos, masajes, caricias, acercamientos)”.

Para terminar, hubo un espacio para que los asistentes pudieran hacer preguntas a las panelistas en relación a lo expuesto y también, en relación al contenido y aplicación del Protocolo ante Denuncias de Acoso Sexual, Violencia de Género y Discriminación de Universidad de Las Américas.