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Durante diciembre se realizó el seminario internacional “Violencias de género, voces de mujeres andinas”, el cual es parte del proyecto de investigación Fondecyt de Iniciación 11201128, denominado “Significados sobre la violencia de género en la pareja. Estudio con organizaciones aymaras de la región de Tarapacá”, financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo y liderado por Andrea Álvarez, psicóloga e investigadora de la Facultad de Salud y Ciencias Sociales.

El objetivo del estudio es compartir y poner en dialogo las experiencias cotidianas de mujeres andinas de diferentes territorios de Collasuyo, respecto de las expresiones de violencia que las aquejan, así como las formas colectivas de enfrentarlas.

“Una de las situaciones que hemos podido confirmar durante la investigación, es que la violencia se expresa de diversas maneras en diferentes contextos. No es posible entender y abordar la violencia de género en la pareja si no se entienden otro tipo de violencias y discriminaciones: racismo, violencia institucional, étnica, política y espiritual. La violencia en la pareja ocurre en un entramado de violencias estructurales”, introdujo la Dra. Andrea Álvarez.

La jornada en Campus Providencia comenzó con palabras de bienvenida de Osvaldo Artaza, Decano de la Facultad de Salud y Ciencias Sociales: “Creemos que los aprendizajes deben incluir procesos de reflexión y deconstrucción de paradigmas. Esperamos que nuestros estudiantes estén disponibles al ejercicio de cuestionar la realidad, para generar nuevas posibilidades, nuevos caminos, donde los seres humanos nos podamos mirar como pares, donde el poder se distribuya, con nuevos escenarios no violentos”.

Luego se inició la mesa 1 “Mujeres andinas, género y violencia” la cual tuvo como nombre “Género y Violencia política” de Maria Eugenia Choque e integrante de la Red de Mujeres Indígenas sobre Biodiversidad en América Latina y el Caribe. La ponencia hizo un recorrido histórico, planteando la violencia de género de una forma estructural, con relaciones de poder y subordinación, en donde el proceso colonial ha llevado que la participación femenina se vea disminuida en todo ámbito.

“La violencia no se puede desvincular de la colonización, las mujeres y las niñas indígenas sufren la persistencia de secuelas de este proceso. La desintegración de las estructuras de gobierno indígena, sumado a la discriminación y racismo incrementan los factores de desigualdad y pobreza, por ello la necesidad de recuperar la memoria e historia colectiva, ser nosotras mismas con identidad, cultura y dignidad”, manifiestó la Doctoranda en Desarrollo por la Universidad Mayor San Andrés, Maria Eugenia Choque.

La jornada continuó con la presentación de Janet Patzy, antropóloga integrante del Programa Uywaña del proyecto Fondecyt Regular 1190279 de la Universidad Alberto Hurtado, con la ponencia denominada “Ajayu Saraqa, Violencia de género y equilibrio desde una perspectiva andina”. La exposición mencionó los tipos de energías malignas o desequilibradas en la cultura Aymara, llamadas ajayus, y como la violencia y la discriminación puede perturbarlas o inducirlas.

Posteriormente, se realizó una ronda de preguntas entre los asistentes y las expositoras, donde se trataron temáticas cómo igualdad de género, diversidades sexuales, justicia indígena y legislación pública. 

Mesa 2

Luego se dio paso a la segunda mesa “Violencias de género y participación social” la cual comenzó con la presentación de Edith Calisaya, presidenta de la Organización de Mujeres Aymaras Bartolina Sisa del Distrito de Chucuito-Juli, Perú, quien compartió sus reflexiones a partir de las experiencias de abuso laboral mientras trabajaba como corregidora en la Municipalidad de Puno.

“Cuando somos mujeres las que llegan al poder, más si somos madres solteras e indígenas, debemos someternos a cuestionamientos y a ser juzgadas”, declaró Edith Calisaya.

La mesa finalizó con la ponencia “Defensa del territorio y violencia de género”  de Isabella Mamani, abogada y ex convencional constituyente de escaños reservados por el Pueblo Aymara, de la región de Tarapacá, quien comentó el proceso de redacción de la propuesta constitucional para Chile y las demandas que se exigen por parte del pueblo originario.

“El derecho a la consulta indígena es un derecho amplio, que exigimos como mecanismo para proteger los territorios y generar instancias públicas y políticas. Existe la necesidad a nivel nacional de que los pueblos originarios sean reconocidos, con derechos y con contenido, a través de un mecanismo que garantice la toma de decisiones, con la participación de las mujeres en el ámbito local y nacional”, concluyó.

La actividad finalizó con una mesa redonda en donde las expositoras compartieron experiencias, respondieron consultas del público y reflexionaron sobre el futuro para reivindicar las voces femeninas en el territorio andino transnacional.