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La Facultad de Ingeniería y Negocios presentó un nuevo Ciclo de Investigación titulado “Factores de éxito en emprendimientos chilenos: ¿Mujeres en desventaja?”, el que tuvo como propósito presentar los avances del proyecto de investigación basado en los datos de la Sexta Encuesta de Microemprendimiento (EME6) realizada por el INE en su última versión el 2019.

Dicha encuesta, busca identificar si en el caso de los pequeños emprendimientos y los trabajos por cuenta propia, existen diferencias por género en los niveles de ingreso.

La ponencia fue presentada por Rodolfo Lauterbach, Doctor en Economía de la Universidad de Maastricht y académico investigador de la Facultad en UDLA, quien desarrolló un modelo empírico que permite evaluar los factores más relevantes que la literatura ha considerado como determinantes del éxito y disgregar las diferencias posibles entre hombres y mujeres.

Según su análisis, afirmó que uno de lo más factores más relevantes es el efecto de la educación, “aquellos hombres que tienen un Máster o PHD tienen el triple de retorno que las mujeres, y los que tienen un pregrado tienen más que doble que el efecto positivo de las mujeres que no lo tienen”. El segundo lugar lo ocupa el acceso a financiamiento, principalmente a préstamos bancarios, “factor que afecta un 30% más de manera positiva a los hombres versus las mujeres, un 15% de los hombres manifestaron recibir préstamos bancarios versus un 11% de las mujeres”, afirmó.

Dentro de los motivos por los cuáles se ha iniciado un emprendimiento, mencionó que “algunos estudios discuten que aquellos que se originan a partir de la visualización de una oportunidad o legado familiar, tenían más posibilidades de ser exitosos, frente a los que se motivan por necesidad”, variante que nuevamente afecta a las mujeres, ya que un 15% de los hombres afirman comenzar su negocio por recibir herencia o continuar la tradición familiar, frente a un 9% de las mujeres; mientras que el porcentaje de las mujeres lo hacen por necesidad de cubrir sus necesidades básicas es de un 25% versus un 15% de los hombres, y de los que comenzaron el negocio porque se encontraron con una oportunidad de mercado, un 10% recae en los hombres versus un 7% a las mujeres.

En resumen, según el resultado de esta muestra, se pudo concluir que el éxito emprendedor (medido en retorno económico) es aproximadamente dos veces mayor para los hombres que para las mujeres, y también que “el sesgo de género es el resultado de diferencias en cuánto las variables afectan a los hombres versus a las mujeres”.

Según las palabras del investigador, “las mujeres emprendedoras no solo tienen la desventaja de tener menores niveles de asignación de las variables que mejor implican el éxito emprendedor, sino que, además, ellas se benefician menos que los hombres de las principales variables que explican el éxito, que en este caso son los niveles de educación y acceso a financiamiento”. Entonces, “las mujeres que tengan mayores niveles de educación, de todos modos, se van a beneficiar menos que hombres con el mismo nivel”, aseguró.

La actividad terminó con una ronda de preguntas y la conversación entre los distintos participantes, entre ellos el Decano de nuestra facultad, Gonzalo Islas, y Gustavo Barrera Verdugo, profesor y consejero investigador.