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La académica adjunta de taller de anteproyecto de título de la Escuela de Arquitectura de UDLA, Constanza Hermosilla, presentó en la Galería Metropolitana la obra “¿Cómo se ablanda una ciudad?”, en el marco de la exposición “Áspero, seco y tirante” que realizó junto a la artista visual, Valentina Utz. Además, contaron con la colaboración teórica de la magíster en teoría e historia del arte, Mariairis Flores.

La exposición “Áspero, seco y tirante” es una exposición que recoge los procesos de exploración desarrollados por las artistas en torno a la ciudad neoliberal. Partiendo de la observación de la vida cotidiana y de la experiencia corporal directa en el espacio urbano, las artistas desarrollan una práctica espacial crítica que busca identificar a la vez que desnaturalizar aquella lógica androcéntrica e hiper productiva que subyace en las bases del entramado citadino.

Por medio de videos, instalaciones, performance y dibujos creados a partir de reflexiones del urbanismo feminista, Hermosilla y Utz se hacen espacio en una ciudad diseñada desde lo masculino.

El proyecto, que es financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes, Convocatorio 2022 del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, nace desde un malestar profundo a su experiencia cotidiana hacia la ciudad de Santiago.

El atestiguamiento cotidiano de distintos tipos de violencias e injusticias y la sensación de no encajar en un entorno que percibo como “duro” me llevó a investigar en torno a la ciudad neoliberal a través de la práctica artística. Áspero, seco y tirante nace de “¿Cómo se ablanda una ciudad?”, mi investigación de tesis del magíster Arte, pensamiento y cultura latinoamericanos de la USACH, guiada por Felipe Cussen”, explicó la académica de UDLA.

De esta forma, la obra de Hermosilla trabaja en torno a las asperezas de la ciudad neoliberal. A través de instalaciones habitables efímeras, ubicadas en respiradores de la red de Metro, en distintos puntos de Santiago y de Sao Paulo, propone una alternativa a las violencias urbanas a través de un habitar lúdico, poético, común y más blando. Obras que se inflan y desinflan, adquiriendo un carácter translúcido y delicado que contrastan con las superficies del mobiliario urbano impersonal y duro.

En ese sentido, estas instalaciones interactúan con la ciudad y sus habitantes donde Hermosilla busca que “las personas podamos encontrarnos y relacionarnos más allá de las esferas de trabajo y consumo alienantes. Que seamos capaces de compartir un espacio físico y social de manera desinteresada, que podamos entregarnos a la contemplación, al ocio y al disfrute colectivos en la ciudad. Otro punto importante es demostrar que podemos apropiarnos de los espacios urbanos disponibles para construir aquello que Hardt y Negri denominan como “lo común””.

Las instalaciones en Santiago como en Sao Paulo tienen sus diferencias en base a la interacción de sus habitantes. La idiosincrasia como el estrato social de quién interactúa con la obra determinan su comportamiento. “Siempre es complejo generalizar en términos nacionalistas del tipo “los chilenos son…”. Esto es algo que se comentó mucho en la inauguración de la muestra, y que es evidente que en Sao Paulo la gente tiende mucho más al baile. Sin embargo, hay que decir que en Largo da Batata esto no se dio.  Largo da Batata es como una especie de Sanhattan. Allí la gente pasaba mucho más seria, caminaba más rápido y se mostraba poco dispuesta a participar”, concluyó la académica UDLA.

      La obra esta para todo publico hasta el 10 de septiembre en la Galería Metropolitana ubicada en Félix Mendelssohn 2941, en la comuna de Pedro Aguirre Cerda.