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Organizado por la Dirección General de Asuntos Estudiantiles, la Facultad de Comunicaciones y Artes y la Dirección del Sistema de Biblioteca, se llevó a cabo la tercera versión del concurso literario estudiantil 2022 “Relatos de mujer: una vida, mil historias”.

Este año el concurso tuvo como temática la equidad de género, donde se buscó abordar los desafíos que como sociedad enfrentamos, experiencias que visibilizaran los problemas culturales, sociales y personales que esto genera.

La convocatoria y el interés fue alto, recepcionándose casi 200 trabajos. Luego de la evaluación de un jurado, los ganadores fueron los siguientes:

  • Primer lugar: “Falda tres cuartos”, Javiera González, del Campus Providencia
  • Segundo lugar: “Primer encuentro”, Alejandro Herrera, del Campus Santiago Centro
  • Tercer lugar: “Sin valía”, Lorena Quilodrán, de Sede Concepción
  • Mención honrosa: “Ella y él”, Verónica Guzmán, de Sede Viña del Mar

La ganadora, Javiera González, estudiante de Terapia Ocupacional, señaló que se inspiró “en el contexto cultural que se tenía en generaciones anteriores; una persona no podía presentarse como tal frente al mundo porque estaba lleno de prejuicios y estigmas. Lo enfoqué en la niñez es la etapa donde los niños y niñas descubren su propio cuerpo, e interactúan con el entorno”.

“Haber ganado el primer lugar me produjo felicidad, entusiasmo, no podía creerlo, porque es importante considerando la gran cantidad de personas que participan y que exponen sus ideas creativas. Sobresalir entre todos, y que se conmuevan con mi historia, me llena mucho”, confesó.

Alejandro Herrera, estudiante de Ingeniería en Administración de Empresas, obtuvo el segundo lugar con “Primer encuentro”. Contó que “el relato surgió por una conversación con mi polola, quien me contó lo que sintió y pensó cuando supo que sería madre por primera vez. Me contó sobre sus miedos y preocupaciones, tanto a nivel personal como familiar y social. Me expuso las desigualdades y desventajas que tenía el ser mujer y mamá”.

“Soy hijo de mamá soltera y desde muy niño evidencié también las dificultades por las que tienen que pasar las mujeres en ese aspecto, y, sobre todo, la importante carga social a la que están sujetas. Entonces traté de escribir y dejar abierta esa temática, pero, a la vez, finalizar el relato con lo que supera cualquier problema u obstáculo, que es el amor de madre”, agregó.

Sobre su segundo lugar, comentó su felicidad “primero porque es mi primera vez participando con algún relato propio en este tipo de concursos y, segundo, porque es difícil escribir sobre cosas que los hombres no vivimos, sobre problemas que no tenemos por los privilegios que, lamentablemente, ostentamos. Estoy contento porque, desde este espacio, y con todo el respeto y admiración a las madres y a su lucha diaria, se reconoció el valor del relato y sus implicancias en la vida diaria. Agradezco la oportunidad e instancia para participar y me parece muy bien que sirva para concientizar a los estudiantes sobre temas de gran impacto social como este”.

Para Lorena Quilodrán, estudiante de Derecho, quien obtuvo el tercer lugar, su inspiración estuvo dada “por una serie de situaciones que he podido conocer, muy de cerca, de varias mujeres que han sido discriminadas en el ámbito laboral, en donde se les ha cuestionado sus capacidades de liderazgo y competencias profesionales”.

“Haber ganado el tercer lugar me pareció, primero sorpresivo, pero de igual manera siento que si fue considerado es porque tristemente existe este tipo de situaciones, quizás más de lo que uno quisiera y ciertamente es una realidad que como sociedad estamos llamados a cambiar, haciendo ver que las capacidades tanto de hombres como de mujeres se deben evaluar objetivamente, dejando de lado los estereotipos de género tan arraigados en nuestro inconsciente (o quizás consciente) colectivo”, sentenció.

Verónica Guzmán, quien obtuvo la mención honrosa, en tanto, indicó que “para escribir el relato me inspiré en las parejas de adultos mayores que sobreviven, ajenos a una realidad moderna. Una pareja que mantiene sus costumbres mirando al mundo desde un edificio añoso ubicado en algún sitio céntrico y transitado, sin embargo, ellos viven en su departamento donde el tiempo se mantiene detenido”.

Siento un orgullo inmenso por la nominación que recibí por parte de Universidad de Las Américas, agradezco enormemente cada una de las instancias que ofrece esta casa de estudio para desarrollar las aptitudes de quienes formamos parte de UDLA”, añadió.