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Entre las diversas aristas que enfrenta el planeta en términos medioambientales, el cuidado de los ecosistemas marinos es uno apremiante, sobre todo para nuestro país que cuenta con una gran cantidad de kilómetros de costas que sirven de pilar para la subsistencia histórica de población y de industrias que juegan considerables roles para la economía nacional.

En esta línea, la Facultad Medicina Veterinaria y Agronomía de Universidad de Las Américas organizó la iniciativa “Chile, país oceánico”, dirigida a estudiantes, profesores y profesionales relacionados con áreas como la medicina veterinaria, biología, biodiversidad o medioambiente.

La actividad buscó identificar servicios ecosistémicos provenientes de los recursos marinos y también aquellos servicios más intangibles como son el turismo o las reservas genéticas, entre otros, recalcando siempre la necesidad de tomar conciencia ante el grave peligro que genera la contaminación acumulada en los mares.

La encargada de liderar la actividad fue Blanca Molina, bióloga marina de la Universidad de Valparaíso, Máster en Salud de Ecosistemas y Doctora en Medicina de la Conservación de la Universidad Andrés Bello. Además, es colaboradora de la ONG Green Please for the Kids, fundación chilena dedicada a promover el bienestar para la infancia a través de la educación y la protección del medioambiente.

La Doctora Molina dio inicio a la charla explicando la importancia e influencia que ejerce el océano sobre en la vida de las personas, acompañándola con una vistosa presentación en la que expuso fotografías con parte de la belleza del mar chileno: “Las riquezas de nuestros océanos son muy abundantes. Desde sus orígenes, los poblados han estado vinculados con la costa. Vemos que los pueblos originarios, anteriores a nosotros, hacían uso de los recursos costeros y desarrollaban su vida a lo largo del territorio marino”, detalló.

Luego de esto, la bióloga dividió su exposición en tres etapas. En la primera de ellas, titulada “De la playa al mar”, se refirió a la costa, explicando la relevancia de los espacios intermareal y submareal, junto con repasar las zonas y distribución de mayores varamientos en Chile.

Ya en la segunda parte, que llevó por nombre “El mar y sus olas”, la investigadora se enfocó en desglosar la actividad extractivista que ocurre en los mares, calificándola como “la más recurrente”, pero recalcando que “además, tiene un valor paisajístico, un valor en educación, un reservorio genético, un valor urbanístico, recreacional, étnico, por mencionar algunos. Los océanos nos proveen de diversos bienes y servicios, y aún así han sido olvidados y negados”

En la tercera etapa de su presentación, la expositora ahondó en el fondo marino, desglosando su función de sustento de los océanos del mundo. También explicó en que consiste el término surgencia y cómo se genera, y principalmente enfatizó en cómo el mar está siendo afectado por la contaminación y en la urgente necesidad de cambiar este escenario.