Estas en: Desarrollo Profesional Egresada de la Carrera de Psicología, y su vasta experiencia en el área educacional: “La pandemia me mostró una realidad que desconocía”
Publicado el 13 de junio de 2022
Así cuenta Mercedes Yepsen cómo surgió su interés por estudiar Psicología, carrera de la que egresó el 2019 desde Sede Viña del Mar. Con un título previo como ingeniera en Informática de la Universidad Tecnológica de Chile, hoy cuenta con una vasta experiencia como psicóloga educacional bajo la Ley de Subvención Escolar Preferencial (SEP), con un Máster en Neuropsicología en la Educación en la Universidad Tecnológica de España, estando certificada en nivel intermedio Wisc-V (instrumento de valoración que se usa en los colegios para conocer las aptitudes de los niños), también en Convivencia Escolar a través de la plataforma EducarChile y comenzando este mes un diplomado en la misma área.
Actualmente, trabaja en el colegio José Miguel Carrera de Valparaíso, que acoge a 214 estudiantes desde prekínder hasta 8° año básico, donde tuvo que enfrentar una inesperada pandemia que remeció con fuerza al ámbito educación y ahora el retorno a las clases presenciales, donde la convivencia escolar ha tenido más relevancia que nunca.
Realicé acá mi tesis, estaba relacionada con estudiantes inmigrantes. La directora fue observando mi trabajo y me ofreció quedarme en el colegio. Me faltaba un año y medio para terminar, se lo comenté y me dijo “Te espero”; nunca pensé que lo haría. Al día siguiente de mi examen de título le mando un correo y a los 15 días estaba firmando mi primer contrato como psicóloga.
El trabajo en convivencia escolar es muy importante. Somos seres que socializamos, debemos relacionarnos con el entorno y lo tenemos que hacer de la manera más adecuada posible, desde el respeto y el buen trato. Es acá en donde está mi sello: cada estudiante es importante, tanto es así, que cada vez que me necesitan dejo de hacer lo que estoy haciendo para atenderles. Puedo estar en reunión con quien sea, pero si me necesitan les atiendo inmediatamente.
Difícil. Los estudiantes estuvieron dos años en casa y en el retorno hemos tenido que reeducarlos, ya que el nivel de violencia es muy alto, tanto de ellos como de los apoderados. El trabajo con el reconocimiento de sus mociones es diario, ya que si un niño o niña logra reconocer lo que siente va a poder autorregularse y eso le permitirá establecer relaciones sociales adecuadas. Otro punto son los apoderados, un actor bien importante. Muchos todavía no han logrado entender que la principal responsabilidad de educar es de ellos.