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Con el propósito de fomentar un aprendizaje activo como factor clave en el aporte al desarrollo de los territorios, la Escuela de Hotelería y Turismo de la Facultad de Ingeniería y Negocios está realizando una serie de salidas a terreno durante este primer semestre. Todas estas actividades han sido diseñadas, coordinadas y gestionadas en conjunto por los académicos Gustavo Salinas y Carolina Bahamondes.

La primera actividad se realizó en la comuna de San Vicente de Tagua Tagua, en el Valle de Cachapoal, para las asignaturas de Planificación y Desarrollo de productos turísticos, y Turismo Aventura. Aquí los estudiantes conocieron en primera persona la experiencia del turismo sustentable de la Fundación Añañuca, principalmente centrada en el patrimonio local destacado, arqueología y paleontología, junto al desarrollo del modelo de trabajo en red con emprendimientos locales. Además, pudieron evaluar los servicios y la experiencia turística para al final del semestre, entregar a cada empresa una propuesta de diseño de productos y experiencia.

La segunda salida fue una entretenida bajada en rafting por el río Maipo, en Cajón del Maipo para la asignatura de Turismo de Intereses especiales y Turismo Aventura. Esta actividad que se realizó en conjunto a la empresa Natexplora y tuvo como objetivo principal evaluar la experiencia, las normas de calidad y gestión de riesgo.

Finalmente, el tercer terreno, se realizó en Vilches Alto, en el Refugio Biota Maule y tuvo como objetivo principal el comprender la dimensión del turismo en Altos de Lircay con las actividades que ahí desarrollan, la comunidad local y sus recursos para la comprensión del territorio.

Frente a toda esta iniciativa, el académico Salinas reflexionó que “la pandemia ha dejado en evidencia lo vulnerable que es la actividad turística y la importancia que tiene la conexión con la presencialidad para los y las estudiantes en su aprendizaje. Desde ese punto, es que cobra una importancia mayor tener estrategias de turismo interno y local que puedan ayudar a la estabilidad de los territorios y también el aprendizaje activo con experiencias reales”.

Es en este sentido que el profesional sostuvo que “en los procesos de formación del capital humano, son claves los contenidos y actividades que se desarrollarán, y es por lo mismo, que planteamos que estas se deben complementar con las experiencias que también se planificarán para vivir con los estudiantes en proceso de aprender, considerando además que una vez egresados o titulados serán los gestores para que los futuros clientes puedan vivir estas experiencias.”