Adscrita a Gratuidad

El convencional constituyente por el Distrito 19, Felipe Harboe, protagonizó el primer encuentro del Ciclo de Conversatorios denominado “Sistema político en la nueva Constitución”, organizado por el Observatorio de Nueva Ciudadanía de la Facultad de Comunicaciones y Artes de Universidad de Las Américas, y que contó también con la participación de los académicos-moderadores Andrea Gartenlaub y Hugo Harvey. Convencional Felipe Harboe

Durante el encuentro, se refirió a varios puntos relacionados con el nuevo sistema político que propone la nueva Constitución, que deberá ser votada en el plebiscito de salida el próximo 4 de septiembre.

Harboe señaló como punto fundamental que es muy importante ir al texto que se votará próximamente, “a la fuente misma, no a lo que dicen los intérpretes que dice el texto. Yo creo que, lamentablemente, este plebiscito va a ser decidido en un 20% por el texto y un 80% por el contexto. Es de esperar que en ese contexto tengamos la capacidad de distinguir las interpretaciones antojadizas de un lado u otro. La Constitución no se evalúa por un artículo o 10 artículos que no me gustan. Las constituciones, como pacto social, deben evaluarse, primero, por si el texto aporta a la cohesión social como elemento de estabilidad democrática; segundo, si da gobernabilidad; tercero, si garantiza las libertades públicas; y un cuarto elemento, si es promotora de unidad o de división. Al final tengo que mirar un todo y eso debería marcar lo que uno haga en septiembre”.

Conversatorio con Felipe Harboe El político, quien fuera también subsecretario del Interior y Seguridad Pública en el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, fue consultado, entre otras aristas, por los artículos de la nueva Constitución que separan a las Fuerzas Armadas de las de Orden. En este ámbito, manifestó su preocupación por la eliminación del Estado de Emergencia en la nueva Carta Fundamental, que actualmente establece que en caso de grave alteración del orden público o de grave daño para la seguridad de la Nación, lo declarará el Presidente de la República, determinando la zona afectada por dichas circunstancias. “Creo que eso es un error que no debió haberse cometido. Es muy delicado; el actual Presidente está usando ese instrumento para intentar hacer más eficiente el control de dos fenómenos, tanto en la Macrozona Norte como en la Macrozona Sur. Y ese instrumento, de aprobarse la Constitución, se elimina. Quizás se pudo haber hecho de una forma distinta, establecer una regulación más específica, que es otra cosa”.

Sin embargo, valoró la separación, en general, de los artículos que refieren a las Fuerzas Armadas de las Fuerzas de Orden, ya que la confusión no es buena: “Alguien puede decir que el combate al narcotráfico es complicado. Considero que siempre hay que dejar una pequeña puerta, para que en casos muy dramáticos se pueda hacer una pequeña integración, pero que no tenga relación con los temas de seguridad interior, entendidos como orden público, seguridad, delincuencia”. Felipe Harboe en UDLA

Respecto de la eliminación del Senado en la nueva Constitución, el convencional fue tajante en su rechazo a la propuesta: “La existencia del bicameralismo es muy importante para controlar la calidad legislativa, porque los errores de una cámara pueden ser corregidos por la otra. La existencia del Senado, al contrario de lo que sostienen muchos convencionales, que dijeron en la discusión que el Senado se demoraba mucho, sepan ustedes que fueron los expertos de la Biblioteca del Congreso Nacional los que demostraron, con hechos, que el Senado tenía más rapidez legislativa. Luego, se dijo que el Senado es conservador: lo cierto es que en el Senado se votó la Reforma Agraria y la nacionalización del cobre, por ejemplo; porque el Senado no es solo post 1990, el Senado de la República de nuestro país viene de 1818.  Es decir, con esta decisión, se están borrando 200 años de historia”.

A propósito de la descentralización que propone la nueva Carta Fundamental, Harboe sostuvo que “uno de los problemas en Chile es que la distribución de las oportunidades no es equitativa. Sobre todo, en un país tan largo como es Chile, es evidente que es conveniente una distribución del poder y que cada territorio tenga un conjunto de facultades para poder resolver los problemas locales y del territorio, y no tener que depender de Santiago; todo esto en el marco de un Estado unitario. Pero me preocupa que en un territorio puedan coexistir 4 autoridades: autoridad territorial indígena, autoridad comuna autónoma, región autónoma y gobierno nacional, cuatro autoridades me parece mucho. El problema va a ser cómo se ponen de acuerdo”.