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Felipe Jiménez  es académico investigador y coordinador de investigación y postgrado de la Facultad de Salud y Ciencias Sociales. Psicólogo educacional y doctor en psicología de la educación por la Universidad Autónoma de Barcelona, también cumple roles como Director del Núcleo de Investigación Social Aplicada (NISA) y del Grupo Interdisciplinario de Investigación y Transformación Educativa (GRÏNTE), ambos de la Facultad. Asimismo, es investigador Responsable del Fondecyt Regular 1190349.

¿Qué lo motivo a dedicarse a la investigación?

En la época en que comencé a formarme como investigador e iniciar mis primeros proyectos, año 2010, en Chile había muy poca información disponible sobre el impacto generaba en la convivencia escolar la llegada de estudiantes extranjeros a las escuelas, y más específicamente en aquellas escuelas donde la matrícula migrante estaba aumentando de manera muy acelerada.

No había evidencias al respecto y sin evidencias no se puede tomar ninguna decisión fundamentada; no es lo mismo realizar cambios en base a evidencias que en base a ocurrencias. Paralelamente en España, que fue donde me formé, había una abundante productividad en convivencia escolar intercultural y ese contraste entre ambos contextos fue lo que me impulsó a dedicarme a la investigación educativa desde el ámbito académico, esa brecha y el vacío que teníamos en nuestro contexto.

¿En qué líneas de investigación trabaja y cómo contribuye a la comunidad?

Mi línea de investigación es sobre diversidad, interculturalidad, migración y escuela. En términos generales, la principal contribución ha sido poner a disposición de la comunidad académica y profesional los resultados de un conjunto de investigaciones que vengo realizando junto a un equipo interdisciplinar (antropología, educación especial, pedagogía, psicología) desde el 2013 en adelante.

 Estos resultados, traducidos al formato de artículos científicos, han permitido aportar evidencias sobre diferentes tópicos ligados a la inclusión de estudiantes y familias extranjeras a nuestro sistema escolar, sobre los que antes no sabíamos mucho. Como parte de estos resultados, hemos ido además instalando progresivamente la preocupación por la escolarización de grupos culturales minoritarios y por la importancia de trabajar la diversidad en las escuelas. Ese sería el telón de fondo.

Actualmente, estamos más enfocados a trabajar con escuelas y desarrollar alianzas que permitan ir resolviendo colaborativamente los problemas y las contradicciones que la llegada de extranjeros puede generar en las comunidades educativas, sobre todo, de estudiantes y familias no castellanohablantes.

Cuéntenos brevemente de sus principales investigaciones y resultados obtenidos

Respecto a nuestra investigación en curso, que está en su cuarto y último año, hemos hecho un zoom en las respuestas e iniciativas que diferentes escuelas han implementado para responder a la diversidad lingüística que ha implicado la llegada de estudiantes y familias no hispanohablantes a las escuelas; eso incluye a las familias haitianas, familias sirias, también familias extranjeras con lenguas maternas indígenas. Vimos que, para un mismo aspecto o una misma problemática, en este caso la enseñanza del castellano como segunda lengua, las respuestas de las escuelas eran muy disímiles y por lo mismo, con implicancias radicalmente distintas.

Hay escuelas que contratan intérpretes, hay escuelas que han montado aulas de acogida, otras que han puesto en marcha programas de español como segunda lengua, o bien escuelas que han apostado por la inmersión y aprendizaje espontáneo del idioma.

Lo que hemos hecho estos años ha sido conocer y documentar las trayectorias de estas iniciativas, cómo surgen, quién las implementa, qué efectos han generado. Y además, hemos ido identificado las fortalezas y debilidades de cada una de estas respuestas. Todo esto es muy relevante, es información muy rica para la toma de decisiones y por lo mismo, la hemos puesto a disposición del Ministerio de Educación para que la puedan tener en cuenta en las políticas educativas que se están pensando a futuro en la materia.

¿Cuáles son sus proyecciones en investigación?

El Ministerio de Educación ha ido elaborando un conjunto de documentos y herramientas de trabajo para las escuelas en materia de migración y familias extranjeras. Eso ha significado un enorme trabajo de las unidades ministeriales y sin embargo, no hay evidencias sistematizadas de cómo están recibiendo, usando y valorando este tipo de materiales las propias comunidades escolares.

La próxima investigación para el 2023, si contamos con financiamiento, iría por esa línea: someter a discusión este conjunto de herramientas para saber si realmente cumplen el propósito (y de qué manera) de apoyar el trabajo que hacen las escuelas en la inclusión de estudiantes y familias extranjeras en nuestro sistema educativo. Saber esto es clave para retroalimentar el trabajo que hace el ministerio y por lo mismo, que sirva para fijar el norte en materia de diversidad cultural en la escuela y dónde poner los esfuerzos y los recursos para que se utilicen de la mejor manera posible.