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Más de 120 estudiantes de las carreras de Enfermería y de Técnico de Nivel Superior en Enfermería de Sede Viña del Mar participaron de ceremonias de investidura donde por primera vez vistieron sus uniformas clínicos, hito que marca el inicio de sus procesos de práctica.

En los eventos estuvieron presentes la Directora de Asuntos Estudiantiles de la Sede, Katherine Solar; Beatriz Arteaga, Directora de Escuela de Técnico de Nivel Superior en Enfermería; Claudia Narváez, Directora de ambas carreras en Sede Viña del Mar, además del equipo académico del Campus.

Los estudiantes, junto con investirse con sus uniformes clínicos, recibieron una piocha con forma de lámpara y una vela, como símbolos de luz para el cuidado de los usuarios y además realizaron un juramento con el cual se comprometen a ejercer sus labores con respeto y trato humanizado, velando siempre por la salud y bienestar de los usuarios en todas las etapas de la vida. Junto a ello, se premió a los estudiantes con mejor rendimiento y a quienes fueron considerados como mejores compañeros.

“Para nuestra disciplina, la ceremonia de investidura se ha transformado en un hito relevante del proceso formativo de los estudiantes y en su experiencia de vida universitaria. La celebración de este acto no solo representa vestir un uniforme de enfermero, sino que investirse del rol profesional, adquirir o renovar el compromiso de estudiar esta hermosa carrera”, comentó la Directora de Carrera Claudia Narváez, quien invitó a los estudiantes a “mirar hacia atrás y sentir con orgullo lo que han alcanzado, pero por sobre todo a mirar hacia adelante, tomando las decisiones que guiarán su actuar y que los llevarán a alcanzar su meta, ser un profesional de Enfermería UDLA”.

Las ceremonias fueron vividas con gran emotividad por los estudiantes, quienes agradecieron a sus familias y profesores por los logros alcanzados en un contexto tan especial como ha sido la pandemia.

“Estamos aquí para dar un gran paso en nuestro proceso formativo en Enfermería. Esta ceremonia nos lleva a las prácticas clínicas, donde es el momento de jurar y prometer cambiar la atención en salud, muchas veces desigual. Debemos dar lo mejor de nosotros y poner en práctica una palabra tan escuchada en nuestros años de estudio, empatía”, expresó la estudiante Nicole Correa.

La alumna Araceli Cerpa durante su discurso dijo “este es un día especial, donde de manera simbólica comenzamos a usar el uniforme que esperamos nos acompañe en nuestra vida. Nos encontramos a la mitad del camino y el recorrido para llegar hasta aquí ha sido diferente a lo que antes del 2020 conocíamos. Iniciamos este proceso sin imaginar la pandemia. Este año retomamos la presencialidad y hemos logrado estrechar lazos que nos permiten recorrer juntos este aprendizaje. Hoy podemos decir primera etapa superada y sé que juntos lograremos todo aquello que nos propondremos”.