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Leonardo Palma decidió estudiar la carrera  de Técnico Nivel Superior en Administración de Empresas en Universidad de Las Américas cuando se enteró, a través de un amigo, que UDLA estaba otorgando becas deportivas. Los años de estudio le sirvieron para llevar a cabo un viejo anhelo: crear un emprendimiento ligado al ajedrez.

Hoy es dueño de una novedosa pyme llamada Leoajedrez (http://www.leoajedrez.cl/), la cual ofrece un método de enseñanza del ajedrez orientado a mejorar el rendimiento de los estudiantes en general, con problemas de aprendizaje, conductuales, entre otros.

Pero para llegar a esta meta, Palma tuvo que transitar un largo camino que tempranamente tuvo reconocimientos. En 1998 logró cinco títulos nacionales otorgados por la Federación Deportiva de Ajedrez de Chile, como bi Campeón Nacional y triple Vicecampeón Nacional de Ajedrez categoría bajo 18 años. Luego, en 2001, aprobó el curso de Entrenador Nacional de Ajedrez Escolar en la misma entidad.

En 2000, fundó su propia academia en la comuna de Talagante y en los últimos años ha tenido el privilegio de representar a Chile en congresos de ajedrez educativo en España, México y Colombia. Asimismo, pertenece a la Red Internacional de Ajedrez Educativo con base en Barcelona.

El éxito con Leoajedrez es innegable, ¿cuál ha sido el secreto?

La creatividad e innovación que he puesto constantemente en mi negocio; gracias a ello he podido desarrollar de mejor forma mis clases en universidades, institutos, colegios y clases particulares. Desde que comenzó la pandemia hago clases en línea, usando un tablero de ajedrez como telón de fondo y efectuando ‘clases de ajedrez divertido-educativo’.

Había que reinventarse. Las circunstancias del Covid-19 me dejaron en jaque como a muchos otros emprendedores, por eso había que ver más allá. Hoy por hoy, tengo un número significativo de alumnos de todas las regiones del país.

¿Qué te llevó a emprender a través de la educación?

Durante mis estudios en UDLA me enseñaron que existen distintas necesidades, por lo que debes crear negocios que solucionen problemas y que cubran estas necesidades. Hay niños hiperactivos, con síndrome Down o dentro del espectro autista que tienen necesidades educativas especiales.

Lo segundo, es que el ajedrez es mi propósito, mi visión de vida. Eso lo descubrí 21 años atrás. Hay que dejar una huella positiva en la sociedad a través de servicios de calidad como el Leoajedrez, con creatividad e innovación constante. Yo me dedico a este nicho especial y lo hago con mucho amor y profesionalismo. Aportando a cubrir estas necesidades que tienen los colegios y las universidades. En mis clases los que se divierten, aprenden.

¿Qué elementos de la carrera te ayudaron a emprender? 

Fueron claves en mi formación las asignaturas de Marketing, Administración, Economía, Finanzas y Contabilidad. Recuerdo lo bien que me trataron, los docentes, sus enseñanzas, la calidad humana, el conocimiento que obtuve, en definitiva lo aprendí en las aulas de UDLA. También tuve la oportunidad de jugar ajedrez en los torneos Adupri, representando a Universidad.

En ese tiempo estudiaba en el Campus Santiago Centro  y vivía en Talagante, por lo que el tiempo de traslado era más de una hora. Ante eso, pasaba mi tiempo en los computadores y en la biblioteca estudiando. Además, trabajaba. Recuerdo que en aquel tiempo todo era  esfuerzo, perseverancia, ganas de surgir, salir adelante.

¿Qué se viene?

Tengo pensado hacer libros físicos y digitales de ajedrez educativo. Espero apoyo para eso.</div