Estas en: Facultad de Salud y Ciencias Sociales Directora de la Escuela de Psicología explica cómo preparar a padres, madres, niños y niñas para el ingreso a Prekinder
Publicado el 26 de enero de 2022
Habitualmente el ingreso de nuestros hijos al escenario escolar implica momentos bastante altos de ansiedad, no solo para los padres que deben confiar el cuidado de sus hijos durante parte importante del día al colegio, sino que también para los pequeños que deben enfrentarse a un ambiente completamente nuevo, incierto y donde no conocen a nadie.
“Lo anterior es un desafío importante en el desarrollo de toda familia, pero existen algunos elementos que pueden esgrimirse para manejar la ansiedad y hacer de este tránsito a la vida escolar un momento más apacible. En este sentido, lo más importante para lidiar con la ansiedad es generar una alianza de confianza entre padre, madre, con su hijo e hija, que permita la expresión de lo que se siente o lo que se piensa, y trabajar en ello juntos”, explica Catalina Valenzuela, Directora de la Escuela de Psicología de Universidad de Las Américas.
Finalmente, la experta de Universidad de Las Américas comenta que hay otros elementos que pueden ser de utilidad para enfrentar este proceso. “La primera semana de ingreso a clases no hay que ser tan estricto, no es necesario que el niño o niña vaya perfectamente vestido y peinado, tampoco se le debe impedir llevar un juguete que puede darle seguridad. Es importante negociar y avanzar hasta que se sienta seguro y confiado, porque los niños necesitan objetos o personas transicionales, aquello que les da seguridad hasta que se acostumbren a su nuevo escenario”.
También es importante hacer las cosas con tiempo y preocuparse de tener todo listo para no estar estresado la semana de ingreso al colegio. Así la mamá o el papá pueden estar disponibles para calmarlo o contenerlo en caso de que aumente la ansiedad. Por último, Catalina Valenzuela aconseja “buscar un momento para poder hablar con el niño de cómo estuvo su día, qué cosas pensó y sintió, y qué le gustaría cambiar. Esto afianza el lazo de confianza y entrega la certeza de que tanto papá o mamá están disponibles, atentos y confiados en sus capacidades”.