Adscrita a Gratuidad

José Abásolo y Félix Reigada, académicos de la Escuela de Arquitectura expusieron en la conferencia internacional The Observers Observed Architectural Uses of Ethnography organizada por Jaap Bakema Study Centre de los Países Bajos

La conferencia exploró la influencia de la etnografía en la arquitectura. Los arquitectos utilizan la etnografía como forma de investigación para su inmersión en una comunidad, permitiéndoles como observadores estudiar de cerca los comportamientos e interacciones para desarrollar la disciplina y remodelar el papel social del arquitecto.

Los representantes de UDLA, por vía remota, presentaron su proyecto “Santiago Babylon: Espacios de inmigración y trabajo sexual en el centro de Santiago de Chile”. El estudio plantea que el aumento migratorio de los últimos años en Chile ha llevado a mujeres migrantes a desempeñar el comercio sexual en busca de mayores ingresos frente a la falta de oportunidades laborales.

Este estudio aborda el fenómeno del trabajo sexual y sus efectos, a partir de las relaciones entre inmigración y prácticas espaciales en el espacio urbano y el espacio arquitectónico del centro histórico de Santiago de Chile. De acuerdo con un abordaje correlacionado al género y al cuerpo, donde la eficiencia productiva es la reiteración del acto, es decir, la performatividad”, explicó Abásolo.

Por su parte Reigada planteó que “el trabajo sexual es parte de una economía informal, en donde la legalidad y la regulación han existido de manera disociada. Bajo este contexto irregular, los derechos de las personas que se dedican a esta actividad son regularmente inexistentes, lo que tiene como consecuencia, favorecer la estigmatización, la vulnerabilidad, la explotación y la violencia”.

Para realizar la conceptualización espacial del trabajo etnográfico, los académicos realizaron un trabajo gráfico donde, a través de dibujos y diagramas, se documentó y analizó la cotidianidad de los espacios urbanos y situaciones que ocurren al interior de los edificios.

Tanto Abásolo como Reigada, explicaron que parte de la metodología fue, “realizar un trabajo de archivo en la Dirección de Obras Municipales de la Ilustre Municipalidad de Santiago. El territorio comprendido entre las calles Monjitas, San Antonio y Paseo 21 de mayo, correspondientes al centro de Santiago, configuran un área que por la presencia de trabajo sexual permanece al límite de lo tolerable”.

El estudio contempla tres formas de comercio sexual del barrio en cuestión. El primero fueron los denominados “cafés con piernas”, locales con vidrios polarizados en cuyo interior mujeres en bikini sirven café a clientes, en algunos de estos locales existen privados donde las meseras ejercen el comercio sexual.

El segundo ámbito es el edificio Capri, donde las trabajadoras alquilan estas dependencias por hora, para llevar a cabo la entrega de servicios. La tercera y última tipología la constituyen los cines triple x. Los usuarios que frecuentan estos recintos, no lo hacen para ver películas, sino como un espacio de encuentro sexual entre hombres (cruising).

“La tensión transferida al espacio urbano y arquitectónico es interseccional al trabajo sexual, coexistiendo con la ambigüedad de las leyes, las normas y de la planificación a cargo de gobiernos locales. La examinación de los efectos espaciales, permitió entender como la triangulación de factores incide en las formas de reconfiguración de áreas centrales, y que a su vez se potencian con la multiplicidad de nuevos usos y usuarios”, concluyó Abásolo.