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Nombre: Luis Alexis Venegas Rivera

Carrera: Psicología, Campus Providencia

Cargo y trabajo actual: psicólogo de la Agencia Adventista de Desarrollo y recursos asistenciales en Programa de Familia de Acogida especializada de la comuna de Renca.

¿Qué destacas de tu formación como profesional en la Universidad?

Son muchos puntos los cuales podría destacar. Con respecto a las habilidades blandas, por ejemplo, creo que siempre las potenciaron, fomentaron y fortalecían a través de las asignaturas ADAI. También siempre estuvo presente la empatía, la capacidad de escuchar, la comunicación asertiva y la construcción de espacios reflexión.

También me gustaría destacar el trato que mantenían los docentes con los estudiantes desde un enfoque humanitario, siendo vitales en el desarrollo profesional y el marco teórico ofrecido por UDLA. Todo eso siempre desde el rol comunitario, enseñando cómo vincularse y posicionarse dentro de una comunidad.

¿En qué estás trabajando y cuál ha sido tu mayor logro hasta el momento?

Me encuentro trabajando en un programa FAE PRO (familias de acogida) para ADRA INTERNATIONAL, colaboradora de SENAME (ahora llamado “Mejor Niñez”). Dentro de mis logros puedo identificar el realizar dos diplomados asociados al trabajo de infancia y vulneración de derechos, además de cursos orientados a la parentalidad positiva, siendo vitales en mi desarrollo profesional y humano permitiéndome posicionarme en esta red.

Cabe destacar que no hay mayor logro que una intervención exitosa con los niños y sus familias. De esta manera visualizo como el mayor de mis logros laborales el poder desempeñar funciones actualmente en un programa FAE que mantiene un nivel de complejidad mucho mayor al de un programa PIE.

¿Cuál es la labor que cumple al interior de PIE un psicólogo?, ¿Por qué es tan relevante su figura? 

La labor que cumple un psicólogo en un PIE, es vital, puesto que es capaz de identificar las necesidades actuales de los niños y sus familias y buscar las redes a las cuales deben ser derivados en pos de restituir sus derechos.

Además, es importante en cuanto al trabajo reparatorio que se lleva a cabo con cada niño a través de la mantención de un vínculo estable que permita las condiciones necesarias para generar un cambio positivo.

Este tipo de programas, implican un nivel de complejidad importante, dado que la población que atienden tiene múltiples fragilidades y sus contextos son de difícil abordaje, por lo que los profesionales que trabajan en ellos deben tener una alta vocación de servicio, resiliencia y capacidad de adaptación.

¿Cómo crees que UDLA ayudó en la creación de esas herramientas?

Como mencioné anteriormente creo que a través de las asignaturas ADAI se puede apreciar el fortalecimiento de estas habilidades, puesto que nos invita a la reflexión constante y la promoción por validar espacios de debate dentro de la carrera junto a los estudiantes, entendiéndolos como personas que piensan y sienten de manera diferente, siendo los docentes quienes buscan diferentes estrategias para potenciar las cualidades de cada uno.

Le debo mucho UDLA, ya que también provengo de una familia vulnerable y crecí en un entorno sociocultural complejo, siendo perfil para algún programa de la red SENAME. Ese escenario, me llevó a entrar a la Universidad buscando una vía de escape a mi pasado en esas condiciones. Creo que UDLA fue quien me potencio como profesional y persona.

¿Cuáles son tus proyecciones a futuro?

Mis proyecciones a futuro es algo que me planteo recurrentemente a través de las experiencias cotidianas, donde me he propuesto seguir especializándome a través de un Magíster en Psicoanálisis relacional y trauma, que tiene completa relación con la población con la cual trabajo.

Además, me gustarían instancias de investigación sobre la concepción de infancia y sus diferentes variables, para ejercer nuevamente como docente en la universidad, pero con más experiencia.