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Desde pequeño, Johan Araya, estudiante de segundo año de Enfermería de Sede Viña del Mar, sintió gran pasión por la danza. Al ver su talento, su madre siempre lo motivó y apoyó para que se inscribiera en academias de baile y participara en castings para potenciar sus habilidades, impulsándolo también  para que alternara este arte con su vocación por la salud de las personas, estudiando inicialmente Técnico de Nivel Superior en Enfermería y ahora Enfermería en el Campus Los Castaños.

Cuando Johan supo del primer Concurso de Talentos Artísticos UDLA 2021, que estaba organizando la Dirección General de Asuntos Estudiantiles con motivo del 33° aniversario de la Universidad, no dudó en inscribirse y hacer partícipes de esta experiencia a los niños que integran un taller de danza que dirige en Quilpué, presentando una coreografía de baile urbano con la que obtuvieron el primer lugar del certamen.

“Estoy muy agradecido de todos por esta oportunidad, estoy muy feliz. Este premio nos ayudará mucho para nuestro proyecto”, comentó el estudiante.

¿Qué es para ti el baile?

El baile es una forma en la que puedo expresarme corporalmente mediante la música que me gusta, es escapar de rutinas y aliviar el estrés. El baile me libera de todas las situaciones, aparte me beneficia muchísimo en actividad física y en llevar un estilo de vida saludable. Por eso significa muchísimo para mí.

 ¿Cómo surgió tu taller con niños en Quilpué?

Al vivir en una población con familias de escasos recursos, observé que un grupo de niños bailaban cuando escuchaban música en un negocio o al pasar un auto. Me di cuenta de que amaban bailar, pero no tenían la posibilidad de pagar una academia de baile. Así que me acerqué a ellos, formamos un grupo, les brindé mis conocimientos y la oportunidad de bailar y realizar actividades recreativas para que tengan la mejor infancia posible, siempre con la ayuda de vecinos y familias, guiándolos por una vida saludable, de estudiar y bailar.

Nuestro taller se llama “Johan Workshop Dance”, lo realizo hace un año en una plaza en la Villa Cumming de Quilpué, donde vivo. Tengo niños entre 5 y 16 años, de comunas de Quilpué, Villa Alemana y de Cerro Alegre, Viña. Son 23 niños.

¿Qué te motiva a realizarlo y cuáles han sido los mayores logros?

Lo que me motiva es ver siempre felicidad y agradecimiento de parte de los niños. Es así en todas las clases, me reciben con flores, chocolates derretidos con sus manitos con tierra y es el mejor chocolate que he visto en mi vida. Ver un gesto de agradecimiento tan humilde me da mucha motivación para seguir con ellos, para golpear puertas,  buscar oportunidades y presentaciones, porque a ellos les encanta.

El mayor logro realmente fue el concurso de talentos que realizó DAE, ya que no quise participar solo y quería brindarles la oportunidad de presentarse y ser parte de este gran concurso. Haber ganado el primer lugar fue una meta cumplida. Otro gran logro fue vender salchipapas para que los niños del taller tuvieran sus poleras. 

¿Por qué participaste en el concurso de Talentos de UDLA?

Fue una gran oportunidad para mí, de expresar y demostrar lo que he aprendido y lo que realizo con talento, humildad y empatía. Contarles a los niños sobre el concurso y que iban a ser partícipes fue una felicidad para ellos y para mí. La coreografía que preparamos fue de los bailes que he enseñado en el taller. Realizamos un mix para mostrar las coreografías que montamos, estando presentes baile como dancehall, afro, street dance, pop y salsa. Me acompañaron en el baile niños que son parte del taller de baile, las familias ayudaron a grabar con el celular y los vecinos nos prestaron la sede.

 ¿Cómo recibes el premio de primer lugar?

Lo recibo con muchísima humildad y felicidad, ya que fue un logro importante para el taller de baile, porque no tenemos el equipamiento necesario y buscamos vestimenta y un lugar para grabar y concursar. Haber ganado demostró que valió el esfuerzo que pusimos con los niños; nunca pensamos ganar, sino que tener la experiencia de participar. Al ganar no lo podríamos creer. El premio (200 mil pesos) es todo para el taller, para tener mejor equipamiento y herramientas que faciliten trabajar con los niños, como conos, parlante y estamos cotizando para una cámara para grabar.

 ¿Cuáles son tus proyectos futuros, tanto en el baile como en tu carrera?

En el baile es seguir creciendo con valores y aprendizaje, que los mismos niños me brindan con su humildad y pasión por la danza. Dar a más niños la oportunidad de bailar y llevarse hermosas experiencias en su infancia; seguir creciendo como grupo de baile, buscando oportunidades para participar en actividades y concursos. En mi carrera, titularme como enfermero para entregar mis conocimientos y una atención eficaz, con muchísima vocación y ayuda hacia los pacientes.