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Luego de trabajar varios años en la industria salmonera, Magdalena Iracheta, egresada de la Escuela de Medicina Veterinaria del Campus Providencia, decidió dar un giro en su vida e integrarse como socia a Ecofiltros, empresa que entrega soluciones ambientales a través del tratamiento de aguas residuales.

¿De qué se trata tu empresa?

Ecofiltros es una empresa que fue creada en 2016 a partir de la necesidad que teníamos de poder cultivar hortalizas con aguas de buena calidad. Integrantes de mi familia comenzaron depurando aguas de canales de regadío muy contaminadas a través de humedales artificiales, dejándolas aptas para el agua de riego.

En ese escenario me uno al equipo. Llevaba 12 años en la industria salmonera, por lo que la problemática de ecosistemas acuáticos era algo que manejaba bastante bien. Tomé la gerencia técnica de la empresa, donde uno de mis principales desafíos ha sido la construcción del producto “islas flotantes o humedales flotantes”, con los cuales podríamos frenar la destrucción del Santuario Laguna Torca.

 ¿En qué consisten estas islas flotantes?

Consisten en una matriz porosa de plástico reciclado, que, sobre ella, se instalan plantas rizofiltradoras (plantas acuáticas). Luego de un tiempo, se colonizan tanto la matriz como las raíces de microorganismos que son los encargados de la biorremediacion de las aguas.

Esto da pie a la creación de nuevos pequeños ecosistemas que además de depurar el agua, sirven de nido para aves, refugio para peces, moluscos, crustáceos y una serie de seres vivos que permiten colonizar y restablecen el ecosistema acuático.

 ¿Por qué decidiste enfocar tu trabajo en la depuración de aguas contaminadas?

Siempre quise dedicarme al área de la ecología. Desde pequeña fui una persona que veía documentales de vida silvestre y que me sentía afectada por la caza de ballenas y la destrucción de bosques. Me golpeaba mucho lo que significaba la destrucción de los recursos naturales y eso fue una de las causas por las cuales ingresé a estudiar Medicina Veterinaria. Las vueltas de la vida me llevaron a ingresar al mundo de la acuicultura, lo cual fue una gran escuela para poder trabajar ahora en la depuración de agua mediante bioremediación.

Actualmente estás trabajando en la Laguna Torca. ¿Qué nos puedes comentar sobre este proyecto?

Ya llevamos dos años desde que se inició el proyecto “Mitigación de los efectos de la eutroficación en Laguna Torca”, el cual tiene como objetivo frenar, a través de la depuración del agua con humedales flotantes, el exceso de nutrientes producido por las malas prácticas agrícolas, desforestación y sequía que han llevado a un estado de grave peligro a este maravilloso cuerpo de agua.

Los resultados que hemos tenido hasta el momento han sido muy prometedores. Ya comenzamos a tener indicadores biológicos de la llegada de cisnes de cuello negro, por ejemplo, que, si bien es una especie característica de la zona, se había retirado porque el alga con que se alimenta, había desaparecido. En este momento los índices físico-químico del agua están mostrando mejorías y eso nos pone, como equipo, muy felices.

De forma paralela a este proyecto, del cuando nos quedan dos años más de trabajo, estamos en plan de ampliarnos a nuevos desafíos, como lo es la depuración de aguas de lluvia que llegan con una alta carga de contaminante a lagos y lagunas. Eso se suma a un proyecto de bioremediacion de un lago en la región de Biobío, que estamos desarrollando gracias a fondos de innovación para la depuración de aguas para riego de productos orgánicos.

¿Cómo recuerdas tu paso por UDLA?

Fue una etapa muy linda. En lo personal, elegir qué carrera estudiar fue muy duro porque si bien sabía qué quería hacer cuando “grande”, no sabía cómo hacerlo; y en eso, UDLA me ayudó a darme cuenta que el camino para lograr mis sueños, era la Medicina Veterinaria. Si bien me costó mucho en la parte académica, en la Universidad se respiraba el mundo de la veterinaria.

Mis compañeros eran igual o más fanáticos que yo por la medicina veterinaria y eso era genial. Estar seis horas al día, rodeada de la naturales y animales, era algo realmente mágico.

¿Cómo analizas las herramientas entregadas por UDLA durante tu carrera, especialmente en el cuidado medioambiental?

Durante todos los años de la carrera hay ramos que están relacionados con el medioambiente, como por ejemplo Química, Biología, Ecología, Zoología y Botánica. Pero todos los otros, son un complemento perfecto para la formación de una bióloga, como lo soy yo ahora.

Estos ramos, me permitieron entender, por ejemplo, que, si aumenta un indicador en un cuerpo de agua, esto tendrá consecuencias en un ecosistema completo. Mi carrera es la base de todo lo que aplico hoy en la empresa.