Durante el segundo semestre se llevarán a cabo los Exámenes de Grado de Derecho Civil, instancia de evaluación que deben rendir los egresados de Derecho para poder avanzar con el proceso de titulación. Ante este escenario, la Facultad de Derecho organizó una clase de repaso concentrado con el fin de repasar determinadas temáticas y aclarar dudas que puedan existir en el estudio previo a esta evaluación.

La encargada de liderar la actividad fue Pamela Catalán, licenciada en Ciencias Jurídicas de la Universidad Andrés Bello, Máster en Derecho de Daños, Universitat de Girona, postítulo en Business and Economics The University of Chicago, Graham School y quien ha impartido docencia en todos los ciclos de Derecho Civil en diversas facultades de Derecho del país.

Además de trabajar con el temario base de un examen de grado, la profesional conversó con los estudiantes sobre algunos tópicos de estudio, estilos de respuestas, posición corporal y trabajo de memoria, entre otras cosas.

Sobre el material de estudio, la abogada manifestó que “deben tener un apunte confiable, completo, suficiente, que tenga las temáticas necesarias y que sea el mismo apunte con el cual ustedes pueden estar estudiando diariamente. Muchos tenemos la lógica de recibir apuntes y esquemas de otras personas y la verdad lo único que genera eso es que nuestro estudio no sea eficiente”.

Con respecto al último punto, agregó que “para que las cosas queden grabadas en nuestra cabeza, la persona debe trabajar la memoria. Muchas veces los colores que uno utiliza en los apuntes, el día del examen te pueden hacer sentido. Mi consejo es tener solo un material, da lo mismo cuál, pero solo uno”.

La parte oral también es una de las materias que deben aprender a trabajar los estudiantes que están preparando su examen. Sobre este punto, Catalán explicó que “es necesario trabajar la verbalización de la materia. Muchas veces ha pasado que uno le pregunta algo básico al estudiante y este queda en blanco, no porque no sabe el contenido sino porque no puede expresarlo. Todo en la vida es práctica. Hablar la materia no es leerla en voz alta, sino que sentarse frente a un espejo o cámara y verbalizar todo lo que uno sabe sobre un determinado tema”.

Finalmente, la abogada invitó a los estudiantes a responder lo que se les pregunta en el examen, ni más ni menos: “Cuando el alumno habla mucho, el profesor que lo está evaluando tiene la sensación que está respondiendo poco. No se debe hablar más de lo necesario, siempre lo justo, no dar ejemplo de cosas que no manejamos. Tienen que ser inteligentes a la hora de contestar”.