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A través de un diálogo cercano y ameno, la Escuela de Arquitectura de UDLA convocó a dos egresados destacados de la carrera para conversar con estudiantes en proceso de titulación sobre su último año de universidad y sus primeras experiencias laborales.

La jornada se inició con las palabras del académico Roberto Villalobos, quien explicó que el objetivo de esta instancia fue “generar un encuentro y conversación fraterna entre los estudiantes y egresados, quienes contaron detalles de su trabajo de título y cómo ha sido su vida laboral después de salir de UDLA”.

Los invitados fueron Loreto Salazar y Cristian González, ambos egresados el 2018 con nota máxima en proyecto de intervención comunitaria. Salazar expuso ante los asistentes detalles del trabajo “Memoriel República”, proyecto arquitectónico que tuvo como fin reutilizar los rieles del Barrio República, usando sus fundaciones como plataforma para tres módulos móviles.

En cada módulo, se realizó una actividad cultural que permitió la participación de la comunidad, un espacio de encuentro y de crear nuevos vínculos. A partir de su experiencia, la arquitecta entregó algunas recomendaciones a los asistentes con respecto al proceso de investigación, elección de tema y otras variables.

Es importante saber que, lo más probable, es que durante el primer semestre el proyecto no tendrá forma o sentido tan propio de la arquitectura. Por lo mismo, deben destinar ese tiempo a la investigación. Es recién en el segundo semestre, donde uno va dándole una mirada a todo”, explicó.

Luego tomó la palabra Cristian González, quien lideró el proyecto de título “Umbrales Pasaje Andrade”. La iniciativa, que se llevó a cabo en el Barrio República, tuvo como objetivo revitalizar los espacios comunes en los cités.

Para eso, González buscó “darle una infraestructura al espacio que pudiese resolver todas las actividades que se estaban produciendo en el patio de los cités. El proyecto buscó entregarle un equilibrio a la actividad comercial y residencial”.

Con respecto a los elementos positivos que vivió durante su trabajo, el arquitecto fue claro en mencionar que fue el contacto con la comunidad: “Los vecinos participaron activamente y ejemplo de eso es que se hicieron cargo de la cubierta. Yo estuve casi un año trabajando ahí, por lo que creamos lazos importantes. Hace poco los fui a visitar y todavía la infraestructura se mantiene bien  e incluso han realizado mejoras”.