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El Decano de la Facultad de Salud y Ciencias Sociales, Osvaldo Artaza, fue invitado a participar como expositor en el Diplomado Internacional Innovaciones en la Gestión Hospitalaria, organizado por la Federación Latinoamericana de Hospitales.

Durante su conferencia, donde participan 75 directivos hospitalarios de Latinoamérica, el representante de UDLA hizo un análisis histórico del sistema de salud y del modelo de gestión hospitalario chileno comparándolo con los procesos de los distintos países de América Latina.

Junto a lo anterior, Artaza argumentó sobre las causas de la segmentación y la fragmentación de los sistemas de salud y su relación con los modelos de desarrollo y el tipo de sociedad en el que ese sistema de salud está inmerso: “Los sistemas de salud son reflejo de la sociedad a la que pertenecen. Esto significa que, si la sociedad está fuertemente estratificada en clases sociales con grandes desigualdades, el sistema de salud reproducirá dichas inequidades. Por lo tanto, la construcción de sistemas universales y no discriminatorios, requiere de modelos de desarrollo inclusivos, donde el acceso a los distintos bienes y servicios sea fruto de un desarrollo económico equitativo”.

Otro de los temas analizados fueron los motivos por los cuales los sistemas de salud han preferido inyectar recursos en los hospitales y no en la prevención. Al respecto, Artaza señaló que “los ministerios debieran llamarse de la enfermedad y no ministerios de la salud, dado la hegemonía del paradigma biomédico hospitalo-céntrico, lo que obliga a formar futuros profesionales de la salud con capacidades para trabajar con las comunidades y en los territorios. Debemos actuar intersectorialmente de manera efectiva sobre las determinantes sociales de la salud y generar condiciones para una vida saludable con la participación protagónica de las propias personas, las familias y las comunidades”.

Finalmente, la autoridad de UDLA señaló que los cambios en salud se ven dificultados por la asimetría de poder entre el sistema y las personas: “Difícilmente se van a generar cambios profundos en salud si la participación de las personas y las comunidades sigue siendo solo formal, clientelar y utilitarista como hasta ahora. Cuando las personas asuman el poder que les corresponde como ciudadanos y participen de manera protagónica en la materialización de sus derechos sociales, entonces se facilitarán los cambios en salud, de modo que los servicios se orienten realmente a resolver las necesidades de los usuarios y no otros intereses”.