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A partir de este 1 de agosto, Alejandro Zamorano asumió la Prorrectoría de Universidad de Las Américas. Ingeniero Civil Industrial de profesión, la nueva autoridad de UDLA cuenta con una amplia trayectoria en el mundo de la educación superior, con destacada experiencia en gestión institucional y, particularmente, en materia de calidad y de servicio al estudiante.

Antes de arribar a nuestra institución, Zamorano fue Vicerrector Académico de AIEP, y durante los últimos siete años se desempeñó como Vicerrector de Servicios Universitarios y Asuntos Estudiantiles en la Universidad Andrés Bello.

¿Cómo analiza su llegada a Universidad de Las Américas?

Me parece una oportunidad y un desafío muy interesante. Llevo 18 años trabajando en educación superior y la verdad es que este nuevo cargo es una oportunidad de trabajo que tiene un potencial y una misión muy noble. En lo personal constituye un honor ser parte del equipo y alcanzar la construcción de esa misión.

¿Cuál será su sello de trabajo?

No es un estilo muy distinto al que venía realizando mi antecesora Loreto Ferrari. Quiero mantener ese sentido de trabajo en equipo, de mucha confianza, no muy jerárquico, sino más bien horizontal, con objetivos comunes y tratando de sacar lo mejor de cada uno de los talentos. Todo esto obviamente en un muy buen ambiente laboral y personal.

Nuestra acreditación está vigente hasta marzo de 2023, por lo que ya comenzamos a trabajar en la reacreditación. ¿Cómo va eso?

La acreditación es uno de los focos principales de nuestra institución y, en ese sentido, he visto mucho avance, coordinación y compromiso, lo cual me da a entender que existe un objetivo común para sacar lo mejor y mostrar todo lo que se ha realizado para asegurar la calidad que amerita la universidad.

Otro de los hitos que tendremos este año es que ingresaremos al nuevo Sistema de Acceso a la Educación Superior. ¿Qué esperan de este proceso?

Es una oportunidad que nos pone al alero de la mayoría de las universidades que no solo están buscando buenos niveles de acreditación, sino también ofrecer las mismas reglas del juego para todos los postulantes. En ese sentido, creo que tenemos una muy buena oferta que puede permitir que una gran cantidad de estudiantes, que buscan la formación que entrega UDLA, puedan postular a través de esta plataforma.

Su llegada se da en un escenario donde la educación cambió en su forma y fondo. ¿Cómo analiza el trabajo que ha realizado UDLA con las clases online?

Se nota que la Universidad ha realizado un trabajo inmenso en lo que respecta a las clases a distancia. Lo ha hecho tan bien, que incluso ha generado programas específicos y exclusivos online; eso no lo hace cualquier institución y menos en el tiempo en que se logró.

Las capacidades del equipo y de la Universidad a adaptarse a nuevas formas y cambios es admirable. Me alegra saber que es una institución que tiene esa capacidad de adaptación tan rápida, que se mueve para dar y entregar, ya sea virtual, presencial o hibrida, la mejor metodología para un buen aprendizaje.

¿Qué desafíos se vienen a futuro?

El desafío principal es continuar buscando la consolidación de la sustentabilidad de la institución. Mantener y mejorar todos los aspectos relacionados con la admisión, retención y la excelencia operacional, puesto que eso nos permitirá otorgar un buen servicio, de modo que el área académica pueda fluir en su misión formadora.