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Durante este mes, se llevó a cabo la presentación del texto colectivo “Estallido social en Chile: lecturas sobre discriminación y desigualdad educativa”, cuyos editores fueron Ilich Silva-Peña, María Angélica Oliva, Óscar Espinoza y Eduardo Santa Cruz del Instituto Interuniversitario de Investigación Educativa (IESED).

El académico de la Escuela de Educación Parvularia de UDLA, Juan Eduardo Ortiz, contribuyó a este texto con la autoría del capítulo “Entre la discriminación y la asimilación: diagnóstico y propuesta para el caso de los estudiantes migrantes en Chile”.

El documento tuvo por objetivo ofrecer sintéticamente una visión crítica respecto de la discriminación estructural y cotidiana que experimentan la infancia migrante en los centros escolares chilenos. Para ello, el autor revisó algunos mecanismos ministeriales orientados a la inclusión de estudiantes migrantes, presenta los nudos críticos que se distinguen en la investigación realizada en el país a este respecto, y genera una propuesta analítica sobre las tensiones que se deben considerar en el futuro en cuanto a la integración escolar de niñas, niños y adolescentes migrados.

El autor señala que “a pesar de la generación de medidas tendientes a la inclusión, existen debilidades en el tratamiento de la cuestión, tales como la adecuación curricular, la racialización y sexualización de los estudiantes extranjeros y los mecanismos de discriminación por parte de las comunidades educativas”.

En la parte final del capítulo, el académico expone algunas propuestas para abordar y cuestionar el actual modelo de inclusión operante en el país, como por ejemplo, la apertura de la educación intercultural a un paradigma más integral, el desarrollo de competencias interculturales en el profesorado, la esquematización de modelos pedagógicos concretos, y la elaboración de modelos locales y participativos de educación antirracista.

Sobre su participación en esta iniciativa, Ortiz afirmó que fue “un privilegio haber contribuido a la construcción de este libro desde una mirada hacia las necesidades de la infancia migrante, en tanto niñas y niños como sujetos de derecho. Creo que es necesario reflexionar sobre un país que está evaluando y redirigiendo su destino, pero que necesita escuchar y considerar a todas y todos sus habitantes, especialmente a las voces de las niñas y niños”.