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Dirigida a madres, padres, instituciones relacionadas al trabajo con infancias y juventudes y a estudiantes y docentes de UDLA, la Escuela de Terapia Ocupacional organizó la jornada “Aproximaciones a estrategias desde la integración sensorial para niños, niñas y juventudes en tiempos de pandemia”.

Con el fin de profundizar los conocimientos teóricos y prácticos del modelo de Integración Sensorial, UDLA invitó como expositora a Nidia Tapia, terapeuta ocupacional, Magíster en Educación mención Gestión Inclusiva de la Universidad Santo Tomás y Directora del Centro Eyün de San Pedro de la Paz.

“El marco de integración sensorial es un modelo propio de terapia ocupacional, el cual nos ayuda a comprender y razonar desde los sentidos más conocidos. Cuando una persona es la que estimula al niño y le hace las actividades, hablamos de una estimulación sensorial, pero no se está logrando la integración sensorial debido a que esta última apunta a la motivación intrínseca del niño”, comenzó explicando.

En esa línea, Tapia apuntó que “es el niño quien tiene que ir en la búsqueda del estímulo que él requiere. Desde ese escenario, el terapeuta o la familia ingresa a este círculo de motivación intrínseca que él está proponiendo. Recién ahí, uno establece los objetivos que uno quiere proponer”.  

En su exposición, la profesional recordó la figura de Jean Ayres, terapeuta ocupacional y neuropsicóloga que pasó su carrera realizando investigaciones y desarrollando teorías e intervención de estrategias para ayudar, comprender y tratar a los niños con dificultades de aprendizaje y de comportamiento.

Sobre la teoría de esta terapeuta ocupacional, Tapia afirmó que un elevado número de niños con problemas de aprendizaje de conducta y/o coordinación motriz presentan un trastorno en el procesamiento sensorial (TPS). Este trastorno en bastantes ocasiones causa que los niños no duerman bien, no quieran comer o no rindan satisfactoriamente en el colegio.

“También puede afectar la capacidad de jugar, de hacer amigos o de desarrollar la autonomía en el cuidado personal. Como es lógico, si el sistema nervioso central sufre alguna disfunción, esta puede afectar al sueño, la alimentación, a la capacidad de aprendizaje, y en general, a cualquiera de nuestras actividades cotidianas”, sostuvo.

Con respecto a la participación de la familia en el proceso de trabajo con un especialista, la expositora afirmó que “como terapeutas ocupacionales siempre tenemos que estar pendientes de lo que nos dice el círculo más cercano al niño. Todas las corazonadas que tiene la familia nos aporta, porque así nosotros vamos viendo dónde está el problema. Si vemos signos como nula selectividad o no imita, nos debe hacer un click”.