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En el contexto de la Inauguración de Actividades Académicas de 2021, la Sede Santiago de UDLA convocó a la comunidad a la conferencia “Innovación curricular: retos para las instituciones educativas”, impartida por el experto internacional Dr. Jaime Valenzuela, quien se destaca por su estudios de licenciatura en Ingeniería Civil y de maestría en Enseñanza Superior en la Universidad La Salle, con una maestría y Doctorado en Psicología Educativa en la Universidad de Texas de Austin (EE.UU).

La actividad, presentada por el Vicerrector de la Sede Santiago, Claudio Apablaza, fue una instancia de diálogo y reflexión respecto a las distintas variantes que existen en la denominada innovación educativa. Para las instituciones de educación, es fundamental proponer programas educativos que se adelanten a las necesidades sociales y del sector productivo que existirán en 10, 15 ó 20 años; así como en plantear innovaciones en los modelos educativos que den un valor agregado a la formación de sus estudiantes.

Valenzuela compartió con los presentes siete retos que enfrentan las instituciones de educación superior al innovar el currículum: ideológico, de predecir el futuro, metodológico, transformacional, de la temporalidad de la innovación, de la certificación y de la acreditación de los programas.

La innovación educativa tiene que ver con la innovación en la gestión y en el salón de clases, qué es lo que los profesores tienen que hacer. Este último en particular se enfoca a un aspecto fundamental que apunta a los planes y programas de estudios enfocados en la innovación curricular”, comenzó explicando.

Tras eso, el expositor sostuvo que uno de los grandes problemas que se tiene en esta materia es “cómo podemos meter ciertos contenidos en máximo cinco años, que es lo que dura un programa de pregrado. Tenemos mucho material y cuando vemos el crecimiento exponencial de los conocimientos que queremos que nuestros estudiantes aprendan, comienzan los problemas. Cada vez hay más contenido que ver y menos tiempo para estudiar; los chicos quieren salir al sector productivo lo más pronto posible”.

Sobre el reto de predecir el futuro, el que está relacionado sobre qué contenidos se deben incluir en un nuevo programa de estudios, Valenzuela explicó que “eso de uno de los desafíos más grandes que tienen las universidades. Muchas veces pasa que los estudiantes al tercer año ya tienen conocimientos obsoletos y por lo mismo hay carreras que van a desaparecer en 10 ó 15 años. Es un reto interesante (…) La definición de cursos y trayectos formativos (o qué contenidos enseñar) debe ir más allá de un programa de pregrado o posgrado; tiene que ver con una concepción institucional de una formación a lo largo de la vida”.

Siguiendo con esa temática, el expositor afirmó que “otro de los retos de las casas de estudios es resolver la tensión entre lo que los egresados de secundaria quieren estudiar, los puestos de trabajo que estarán disponibles para los egresados de la universidad y lo que la sociedad requiere para resolver sus problemas”.

La temporalidad de la innovación del currículum también fue un tema tratado durante la jornada de trabajo. En ese espacio, reflexionó sobre los tiempos en que un currículum deja de ser una innovación y se convierte en un programa establecido dentro de la universidad: “La comunicación asincrónica, por ejemplo, era impensada a principios del siglo XXI cuando no había banda ancha o enviar un documento podía demorar toda la noche. Estar en una clase por Zoom ya no se ve como una innovación, sino que algo normal dentro de nuestras clases”.