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El Decano de la Facultad de Salud y Ciencias Sociales, Osvaldo Artaza, fue uno de los expositores del Simposio Mundial sobre Investigación en Sistemas de Salud, el cual es organizado cada dos años por Health Systems Global para reunir a actores involucrados en la investigación y práctica de sistemas y políticas de salud.

En esta sexta edición se reunieronmás de 2.000 responsables políticos, profesionales e investigadores de más de 100 países en un Simposio virtual mundial que incluyó plenarios, sesiones paralelas, sesiones de desarrollo de habilidades, paneles especiales y redes virtuales.

El representante de UDLA expuso en el segmento “Gobernanza e impacto de COVID-19 en Argentina, Brasil, Costa Rica, Chile y Ecuador”, el cual tuvo como fin proponer un modelo analítico para describir las respuestas nacionales al COVID-19 e identificar lecciones aprendidas y fortalezas para capitalizar aplicando aspectos específicos de gobernanza. 

Luego de hacer un repaso por la historia de salud chileno, el cual lo definió como “segmentado e inequitativo”, Artaza procedió a realizar un análisis sobre cómo el país y el Gobierno están enfrentando la pandemia.

Chile se ha convertido en uno de los países con mayor mortalidad por millón de habitantes. La respuesta chilena estuvo mediada por un contexto de profunda inestabilidad social y política. La respuesta ciudadana se caracterizó por una pérdida de confianza y credibilidad en las instituciones y autoridades públicas y un cumplimiento insuficiente de las medidas de prevención, lo que estuvo determinado principalmente por una crisis de gobernabilidad y necesidades económicas o de subsistencia (…) Chile ha mostrado fragilidad en la capacidad para dar gobernabilidad a una respuesta rápida y eficaz. La pandemia destaca aspectos clave en el ámbito de la gobernanza que debemos considerar y que pueden explicar nuestros fracasos”, manifestó.

Artaza agregó durante su presentación que “hasta ahora, las pruebas, el rastreo de contactos y el aislamiento no han logrado instalar una buena trazabilidad, junto a ello, la atención primaria no ha recibido suficientes recursos adicionales ni se le ha dado un papel de liderazgo desde el inicio. Lamentablemente en Chile los servicios de atención son desintegrados y la estrategia de atención primaria de salud continúa en los hechos, siendo escasamente visible, dado el paradigma biomédico y hospitalario imperante en las élites. Esto se traduce en la pérdida de valiosos conocimientos especializados a nivel de atención primaria de salud, lo que dificulta la actuación integrada con la comunidad y en los territorios”.

Como análisis final, la autoridad de UDLA fue claro en sostener que “la pandemia ha dejado al descubierto nuestras debilidades actuales, y estas vulnerabilidades se tradujeron en muchas muertes que podrían haberse evitado. Junto con muchos cambios que demanda nuestra ciudadanía, son urgentes cambios importantes en nuestro sistema de salud, así como grandes transformaciones en el campo de la salud global. Necesitamos aprender de las lecciones para una mejor gobernanza en salud, para ello es clave construir un nuevo pacto social en Chile que permita generar confianza en las instituciones y la capacidad de actuar juntos”.