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La Escuela de Educación Diferencial organizó dos jornadas de trabajo con el objetivo de crear conocimientos actualizados sobre la normativa actualizada en Educación Especial, diversificación de la enseñanza y los desafíos actuales a los que se enfrentan por profesionales que trabajan en el área de la educación diferencial.

La encargada de liderar las charlas fue Débora Barrera, profesional del equipo de Educación Especial de la División de Educación General del Ministerio de Educación y experta en discapacidad intelectual de la Universidad de Tsukuba y discapacidad múltiple de la Fundación Hilton Perkins de Boston, EE.UU.

Barrera comenzó manifestando que la “educación especial vive momentos de cambios, transformación y ajustes. Aun cuando la actividad tiene que ver con normas, compromisos, no podemos alejarnos de la utopía de querer una educación inclusiva de calidad independiente donde esté el estudiante, ya sea en una escuela regular, especial u hospitalaria. Nuestro fin es alcanzar una calidad educativa que le provea al estudiante de todos los elementos y herramientas para que mejore su calidad de vida y se pueda desempeñar de buena forma”.

Con respecto al escenario actual de Chile en esta materia, la profesional afirmó que “estamos en un proceso de evolución hacia la inclusión, cada día damos pasos más grandes hacia un proceso más inclusivo. Lo que prima en esta aspiración es el principio de diseño universal; cuando yo pienso en un paseo a la orilla del lago desde esa mirada, lo pienso para todo. Ya no adapto la planificación después, sino que pienso la planificación desde el origen pensando en todos los estudiantes que están en mi aula”.

Otro de los análisis realizados durante la jornada académica se basó en la normativa de educación especial que hay en nuestro país actualmente. Barrera se refirió a los dos grandes ajustes normativos que ha vivido la educación especial: decretos 170 y 83.

“El 170 norma los requisitos, procedimientos y profesionales competentes para el diagnóstico de estudiantes NEE beneficiarios de la subvención de educación especial; regula la entrega de apoyos y el uso de recursos PIE de los EE. Mientras que el decreto 83, promueve la diversificación de la enseñanza y permite adecuaciones curriculares en el contexto del curriculum común para estudiantes NEE que los requieran y deroga decretos por déficit”, apuntó la profesional.

Sobre la tensión que se produce entre ambos decretos, Barrera sostuvo que “a las escuelas se les está pidiendo hacer un diagnóstico médico y al mismo tiempo enfocarse en la educación. Para que esa tensión deje de existir, tenemos que avanzar hacia otra ley de subvención que financie la educación”.