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El Programa de Intervención Comunitaria y Sede Concepción, en el marco de la vinculación pedagógico-territorial, impulsaron el “Encuentro de salud comunitaria: vinculación y acercamiento participativo”, donde se expusieron las líneas de trabajo desarrolladas a lo largo del primer semestre de 2020 y tuvo como objetivo propiciar el acercamiento entre estudiantes, barrios y actores claves referentes de centros de salud de la Región del Biobío.

En el actual escenario de crisis sanitaria y social, ha sido fundamental adaptarse a nuevos contextos de colaboración e intercambio de participación comunitaria, donde las redes de colaboración y el trabajo bidireccional se suman al desarrollo y al despliegue tecnológico y digital. En estas instancias vamos construyendo posibilidades que facilitan diálogos participativos y aperturas hacia saberes colectivos”, manifestó la Vicerrectora de la Sede Concepción, Paz Hormazábal, en las palabras de inicio.

Uno de los invitados a la jornada fue Carlos Güida, médico de la Universidad de la República de Uruguay, Director del Departamento de Salud Comunitaria de la Facultad de Ciencias de la Salud en UDLA y quien durante los últimos años se ha dedicado a los estudios y acciones relacionadas a las masculinidades, género y salud en universidades latinoamericanas.

“Desde una óptica de la salud comunitaria, estamos trabajando con la salud positiva, con la cultura, la participación, rescatando los aspectos que nosotros llamamos resiliencia comunitaria. Esto solo se logra a través de una apertura epistemológica que nos conduce al enorme desafío de la transdisciplina”, manifestó Güida.

El profesional agregó que hay enfoques de salud comunitaria que “están centrados todavía en un modelo de la epidemiología tradicional donde se reúne gente que sabe mucho de salud pública, pero no sabe tanto de salud comunitaria, porque desde el principio plantean lo que se debe hacer y en la salud comunitaria debería haber menos “debe” y más “creo” o “pensamos que”. La salud comunitaria indudablemente implica un encuentro con el otro”.

Luego tomaron la palabra Herling Sanhueza, coordinadora del Programa de Intervención Comunitaria de la Sede Concepción y Beatriz Barra, facilitadora territorial del mismo equipo, quienes hablaron entorno a los aprendizajes, complejidades y desafíos desde la crisis sanitaria.

Durante el primer semestre hicimos catastro de conectividad de las organizaciones con las que trabajamos para identificar los niveles de conexión en este contexto vía remota. Además, consultamos con nuestros socios comunitarios cuáles eran las situaciones que estaban viviendo en la pandemia y organizamos un ciclo de conversatorios enfocados en violencia y mujeres y la resistencia y comunidad”, apuntó Barra.

La facilitadora comentó con los presentes que “se incorporaron tutores para sostener el trabajo realizado en 31 proyectos comunitarios donde estamos actualmente. Se prepararon una serie de material audiovisual, infografías y cápsulas situadas en la realidad de cada uno de los barrios”.