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Aprender a leer y escribir son dos grandes logros en la vida de los niños, saberes que generalmente adquieren en la sala de clases mientras cursan primero básico.

Pero este año, la pandemia por COVID-19 obligó a la suspensión de clases en todos los colegios del país, cambiando bruscamente el proceso habitual de enseñanza que realizan los profesores en el aula, trasladándolo al interior del hogar, donde los padres han asumido el desafío de guiar a sus hijos para dar continuidad a sus aprendizajes.

Delia Torchio, Directora de Carrera de Pedagogía en Educación Básica de la Sede Viña del Mar, comenta que la pandemia y el confinamiento han dificultado el proceso de lectura y escritura inicial de los alumnos, donde los docentes con gran esfuerzo y compromiso han aplicado diversos recursos y experiencias educativas para enseñar a leer y escribir a sus alumnos a distancia, mientras que muchos padres han manifestado cierto grado de frustración por la falta de herramientas para apoyar a los niños en este proceso que requiere tiempo, paciencia y perseverancia.

“En la enseñanza de la lectoescritura debemos estar muy conscientes de que el aprendizaje en los niños se desarrolla gradualmente, dependiendo también de los elementos motivacionales que utilicemos en las distintas etapas de la lectura y escritura.  Existen diferentes métodos y modelos para enseñar a leer y escribir, pero las familias pueden poner en práctica algunas orientaciones para apoyar a los niños en el proceso lectoescritor durante estos meses de confinamiento, facilitando así el aprendizaje en el hogar”, explica la académica, quien entrega los siguientes consejos para guiar el logro de estos saberes en casa:

  • Estimular la formación de un vocabulario visual, por ejemplo, letrar el dormitorio del niño con láminas asociadas a una palabra y la imagen del concepto.
  • Rotular con sus nombres todos los implementos y mobiliario que están presentes en el hogar: mesa, silla, cama, sillón.
  • Estimular el aprendizaje secuenciado de las letras del alfabeto.
  • Realizar ejercicios para completar palabras con vocales, tanto de manera oral o escrita.
  • Practicar los sonidos iniciales y finales de las palabras.
  • Promover el conocimiento de elementos tales como palabras, rimas, sílabas, cada fonema con su grafema, entre otros.
  • Crear naipes con grafemas y sílabas para formar palabras y frases simples con ellos: mamá, papá, oso, “El oso goloso comió miel”.
  • Implementar un espacio para la lectura silenciosa sostenida, con diferentes textos de la cultura de los niños, como cantos, rezos, chistes, adivinanzas, trabalenguas, entre otros.
  • Generar instancias para que los niños tengan variadas experiencias de escuchar cuentos narrados, leídos o grabados y al mismo tiempo vaya repasando visualmente las palabras escuchadas.
  • Estimular la interrogación y comprensión de textos en sus hogares, leyendo boletas, catálogos, recetas, propagandas, entre otros.
  • Realizar “caminatas de lectura”, utilizando los espacios de la casa para jugar a buscar un tesoro, colocando en distintos lugares, con cierta dificultad, tarjetas con frases cortas que puedan leer para ubicar el tesoro.