Adscrita a Gratuidad

Universidad de Las Américas y la Subdirección de Pueblos Originarios RM del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio invitaron a toda la comunidad a participar del conversatorio “Educación intercultural: saberes educativos indígenas”, donde educadores pertenecientes a los pueblos Mapuche, Rapanui y Aymara compartieron conocimientos y experiencias.

Asimismo, los presentes pudieron conocer más sobre el proyecto de Educación Intercultural de la Facultad de Educación y de la Sede Santiago de UDLA, el que incluye realización y registro de entrevistas en la materia, y el diseño de material pedagógico intercultural que será puesto a disposición de las comunidades educativas del país.

La jornada comenzó con la exposición de Melisa Pont y Florentino Hey, educadora y músico rapanui, respectivamente, quienes tuvieron una conversación sobre sistema de enseñanza, patrimonio y cómo se logra mantener viva la cultura rapanui a tantos kilómetros de distancia. 

“Una de las cosas que rescato es la enseñanza en terreno. En la escuela teníamos un profesor que nos llevaba a la playa donde había una piedra con unos orificios donde nos hacía contener la respiración y contar cuánto durábamos; eso, nos permitiría saber las olas que podíamos soportar al realizar la técnica del Haka Honu. Otros profesores nos llevaron a trabajar la agricultura en conjunto con la comunidad. Eso nos ayudó mucho como estudiantes”, afirmó Florentino.

El músico rapanui también analizó los sistemas educativos convencionales y rescató algunas características propias del sistema rapanui: “Una de las cosas más interesantes es que además de la lengua, a los niños se le entrega la parte cultural, la cosmovisión, las costumbres y la importancia de los alimentos”.

En este sentido, Pont agregó que “el idioma no existe sin su cultura, sin su cosmovisión. Para que cobre sentido la música de Florentino, esta se debe posicionar en el lugar geográfico, en su cultura y en su cosmovisión. Ese siempre ha sido la limitante o la primera barrera para poder entender el idioma de un pueblo en particular porque uno siempre toma como referencia lo que conoce”.

El conversatorio también contó con la participación de Rubén Maquera, educador aymara y profesor de filosofía, quien a partir de su experiencia afirmó que la “educación es muy compleja y sacrificada. Un campesino aprende de la agricultura y la ganadería, pero en el colegio nunca me enseñaron cómo sembrar la papa, sino que eso recayó en mis padres”.

En el relato, Maquera afirmó que “en lo personal recibí una educación occidental y es antagónica con la aymara; era una lucha continua entre lo que me estaban enseñando en el colegio y en la casa (…) en el mundo occidental te enseñan a ser individualistas, a acumular riquezas y a progresar en base a eso. A nosotros, nos crían en base a la solidaridad y el trabajo comunitario. En el colegio lamentablemente me rechazaron, surgió la discriminación y me tuve que camuflar para ser aceptado”. 

Para finalizar, la actividad contó con la voz de Marta Lemunguier, educadora mapuche y directora del jardín infantil intercultural Peumayén. La profesional apuntó que “la interculturalidad no es algo novedoso, siempre ha estado presente. Nosotros, como profesionales del área, buscamos unificar elementos que son comunes dentro de las culturas originarias y revivirlos con los niños que llegan al jardín. Entendemos la interculturalidad como un proceso dinámico, de permanente comunicación y de intercambio de tradiciones”.

Con respecto al sistema de enseñanza, Lemunguier, al igual que Florentino Hey, valora la experiencia in situ: “En el jardín tenemos una ruka pequeña que construyó la comunidad donde los niños tienen relación con el fuego. También tienen caminatas diarias donde salen a reconocer y valorar el espacio donde ellos viven, conversan con los vecinos, miran la cordillera, conocen los árboles”.