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Alojado en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Construcción de la Universidad de Las Américas, el objetivo del Centro es generar conocimiento original para contribuir al correcto diagnóstico y ordenamiento urbano. Esto, basado en evidencia producida con rigor científico, lo que permite informar sobre ciertos temas tanto a expertos, como también a la comunidad.


El Director de la Escuela de Construcción Civil de UDLA y uno de los investigadores titulares del Centro, Carlos Aguirre, comparte algunas reflexiones sobre este equipo de trabajo que busca investigar la ciudad y sus dinámicas socio-espaciales para generar diagnósticos capaces de incidir en la toma de decisiones en ámbitos públicos y privados.

¿Cuáles fueron las motivaciones personales y profesionales que los llevaron a crear el Centro de la Producción del Espacio?

Son muchísimas, la más importante a mi gusto, es que los integrantes del Centro veníamos de lugares y formas de investigación diversas, pero con un claro énfasis en la crisis de los espacios urbanos. Tanto en mi paso por el Centro de Política de Suelo de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB), como el de Francisco Vergara en Barlett en la University College de Londres, desarrollamos acercamientos metodológicos que nos permitieron entender diversos espacios urbanos. Una vez juntos, en el fértil espacio que es la Facultad de Arquitectura, Diseño y Construcción de UDLA, y gracias al apoyo de ella, logramos cuajar el Centro.

Por qué eligieron temáticas como a la emergencia climática, la desigualdad, los mercados de suelo y vivienda, las tendencias urbanísticas, la economía política del espacio y la movilidad como líneas de investigación del CPE?

Esas son las temáticas de la crisis de lo urbano en las últimas décadas, están en el estado de arte y varias de nuestras publicaciones antes del Centro. Es importante establecer que dado el espacio de colaboración, cuidado y libertad que nos ha entregado la Facultad, es posible desarrollar con rapidez algunos de estos temas, que, tanto por su complejidad como por sus impactos, son poco tratados.

Ahora, la línea de la económica política es un proceso de reflexión crítica ante una estructura de análisis empírica y dogmática de la ciudad. Esta última, y por ende el espacio urbano, son de un nivel de complejidad y de actores involucrados,que es imposible obviar efecto del poder, el control de los medios de combinación y la creación de imágenes ficticias de estos procesos. En esa lógica, nosotros al hablar de economía política, hablamos de un llamado de reinterpretar el empirismo desde esa óptica.

¿Cómo es el proceso de investigación desde que eligen un tema hasta que lo publican en su sitio web?

Es muy variado el desarrollo. Puede ir desde alguna explotación de datos que hace alguno de nosotros y después una interpretación, como también al revés, desde una pregunta colectiva y/o pregunta de un tercero; luego nos juntamos, realizamos un diseño de investigación y seguimos con el trabajo.

Un tema crucial en toda investigación son los métodos de recolección de datos. ¿Qué relevancia le dan a ese proceso y con qué dificultades técnicas se han encontrado?

Desde que Chile entra a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es importante mencionar que la gran mayoría de los datos estadísticos son ubicables y accesibles. Sin embargo, una cosa son los datos y otra cosa es la explotación y las conclusiones que se sacan sobre ello.

En este tiempo de trabajo, los principales problemas que hemos tenido nacen a partir de las incoherencias entre las fuentes, y la baja o muy alta dimensión espacial de estos.

Durante los últimos meses han compartido varios trabajos a partir del COVID-19 donde dejan en evidencia algunas imperfecciones de la planificación urbana, de la desigualdad y los mercados de suelo en nuestro país. ¿Cómo analizan los resultados que han entregado estas investigaciones?

 Hemos compartido datos espaciales asociados a aspectos estructurales que potenciarían, según las investigaciones pertinentes, con el contagio de los virus como el coronavirus (Sars Cov 1 y 2, Mers). En ese sentido, hemos tomado fuentes secundarias, los datos pertinentes y calculado medidas sintéticas, como el índice de vulnerabilidad. En esa lógica podemos identificar, zonas de alta vulnerabilidad, y por ende las zonas donde indicábamos en marzo, “si entra en virus es una tormenta perfecta, para las infecciones masivas”. Nuestro centro ha aportado al debate público, con varios puntos de vista y nuevos indicadores, permitiendo un análisis crítico de la situación de la pandemia en ámbitos metropolitanos.

¿Cómo converge el trabajo que ustedes hacen en el CPE con el que llevan a cabo en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Construcción?

De muchas formas, ya que consolida algunas áreas de investigación en temas de segregación urbana que veníamos trabajando desde la Escuela de Construcción y Arquitectura. Además, visibiliza el tema de interdisciplina del cual llevamos años predicando y aplicando en la Facultad. Por último, las contribuciones científicas que se han realizado, buscan dotar de un marco teórico actualizado a nuestras carreras.