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Con una activa participación en el I Congreso Trinacional de Ecología, realizado en Mendoza, Argentina, académicos de la Facultad de Medicina Veterinaria y Agronomía de Universidad de Las Américas presentaron investigaciones que abordaron los grandes desafíos de la sostenibilidad, la biodiversidad y la coexistencia entre las actividades humanas y la naturaleza. El encuentro reunió a más de mil investigadores y estudiantes de ecología provenientes de Chile, Argentina y Uruguay, generando un espacio para el diálogo científico en el Cono Sur.

El académico Silvio Crespin, de la Escuela de Medicina Veterinaria UDLA, expuso la charla titulada “Creating opportunities for coexistence to overcome the food–biodiversity challenge”, centrada en el desarrollo de un modelo conceptual de coexistencia humano-naturaleza en paisajes agrícolas. Su propuesta plantea explicar cómo diferentes combinaciones de parámetros pueden satisfacer las necesidades tanto de la seguridad alimentaria como de la conservación de la biodiversidad en diferentes paisajes agroecológicos.

“Mi trabajo es de naturaleza conceptual y está encaminado a poder aplicarse en cualquier paisaje agroecológico del planeta. Llevo varios años diseñando este modelo, pero compartirlo y recibir la retroalimentación de mis colegas que trabajan en otras realidades culturales y socioeconómicas, sin mencionar distintos ambientes, me entregó las herramientas que necesitaba para llenar el vacío que necesitaba para concretar un modelo generalizable. Solo espero haber contribuido a mis colegas tanto como ellos lo hicieron”, señaló Crespin, destacando el valor del intercambio académico internacional.

Por su parte, Nicolás Velasco, académico de la Escuela de Agronomía UDLA, presentó la ponencia “Avances en el estudio de la fenología reproductiva de plantas a escala regional en Chile Central”. Su investigación analiza cómo los registros fenológicos de flores —obtenidos desde herbarios e iNaturalist— permiten modelar los cambios en la floración del bosque esclerófilo en el centro de Chile durante el último siglo. Los resultados preliminares indican que el peak de floración se adelanta aproximadamente seis días cada dos grados de latitud de norte a sur, y que, temporalmente, cada 20 años la floración se adelanta tres días.

“Este congreso abre grandes posibilidades para la cooperación internacional en el Cono Sur, conectando a investigadores en temáticas similares, tanto a escala local como a macroescala. Igualmente, es una oportunidad para ver los últimos avances en ecología y hablar e intercambiar miradas acerca de conservación biológica, restauración ecológica, el rol de la sociedad en la naturaleza y cómo la ecología puede permitir el diálogo entre actores diversos”, reflexionó Velasco.

El Director del Doctorado en Sostenibilidad Agropecuaria y Veterinaria UDLA, Leonardo Fernández, también tuvo una destacada participación con la charla “Del nivel del mar a los Andes: patrones y determinantes de la diversidad microbiana a lo largo de un gradiente latitudinal de 6.000 metros”. Su presentación abordó cómo varía la diversidad microbiana desde el nivel del mar hasta la cima de montañas que superan los 6.000 metros en los Andes de Chile, utilizando herramientas de metagenómica ambiental y modelación ecológica. El objetivo fue comprender cómo el cambio climático y la altitud influyen en las comunidades microbianas del suelo, esenciales para la salud de los ecosistemas.

“Valoro profundamente la participación de UDLA en este tipo de encuentros internacionales, porque nos posiciona como parte activa de la discusión científica global. En mi caso, fue muy gratificante ver el interés que generó la investigación: después de la presentación, varios colegas y estudiantes se acercaron con preguntas y comentarios, lo que demuestra que el trabajo fue bien comunicado y apreciado. Creo que este tipo de instancias son esenciales para compartir conocimiento, generar redes y fortalecer el rol de la ciencia chilena en los grandes desafíos globales como el cambio climático y la sostenibilidad”, afirmó Fernández.

Las tres participaciones de FAVA contribuyeron con la investigación científica, la formación avanzada y la colaboración internacional. Desde modelos de coexistencia agroecológica hasta estudios sobre flora nativa y microorganismos del suelo, los académicos demostraron cómo la ciencia puede ofrecer soluciones reales para enfrentar los efectos del cambio climático, fortalecer la seguridad alimentaria y promover una convivencia armónica con la naturaleza.