Adscrita a Gratuidad
Lorenzo Reyes-Bozo, ingeniero civil de industrias con especialidad en Ingeniería Química, asumió como nuevo Decano de la Facultad de Ingeniería y Negocios en UDLA. Con más de 20 años de experiencia en gestión académica e investigación, Reyes-Bozo ha desempeñado roles clave en diversas universidades chilenas, liderando proyectos de innovación académica. Su trayectoria incluye un Magíster y un Doctorado en Ciencias de la Ingeniería, así como una amplia producción científica: 41 publicaciones indexadas, cinco capítulos de libro, dos libros y más de 900 citas.
Especialista en áreas como química verde para la economía circular, hidrógeno verde, revalorización energética de residuos y estrategias de gestión ambiental, Reyes-Bozo enfrenta el desafío de liderar una facultad que abarca diversas áreas del conocimiento en la Universidad, con el objetivo de fortalecer la innovación, la sostenibilidad y la formación de profesionales de excelencia.
¿Qué lo motivó a estudiar Ingeniería en el área de Química y a profundizar en esa línea en sus estudios de postgrado? 
Inicialmente, me atrajo el desafío asociado con la resolución de problemas, que es una característica inherente a la ingeniería. Me motivaba aportar soluciones útiles para la sociedad, ya sea desde la industria o desde un enfoque más amplio, abordando desafíos de interés mundial como el cambio climático y la descarbonización. Mi interés por la química aplicada me llevó a especializarme en esta área, desarrollando investigaciones sobre procesos productivos, aplicando estrategias de remediación ambiental y uso de energías limpias.

Con una larga trayectoria profesional, ¿qué hitos considera que han marcado su carrera profesional?

Uno de los hitos más importantes fue liderar el proyecto Ingeniería 2030, que buscaba actualizar el proceso formativo de profesionales de la ingeniería vía incorporación de la innovación y emprendimiento de base científico-tecnológico, para preparar profesionales de clase mundial. Además, dirigir proyectos de investigación relacionados con energías limpias y economía circular ha sido muy significativo, al igual que formar estudiantes en pregrado y postgrado, dejando una huella en su desarrollo profesional.

¿Qué estrategias considera clave para fomentar la innovación y sostenibilidad en la Facultad de Ingeniería y Negocios?

La facultad enfrenta desafíos importantes, desde la incorporación de nuevos sellos institucionales y de facultad —como sostenibilidad e innovación— hasta nuevos investigadores en áreas clave como Data Science e Inteligencia Artificial. También es crucial seguir fortaleciendo la formación de académicos y estudiantes, desarrollando ofertas académicas de mayor calidad, diplomados y magísteres, y abordando problemáticas específicas con una perspectiva territorial. Algunas estrategias a implementar en la facultad consideran la colaboración inter y transdisciplinar, integrar la sostenibilidad en todas las áreas del conocimiento, apoyar a la investigación aplicada, establecer alianzas de colaboración con el sector público y privado, promover la mentalidad emprendedora y los espacios para la innovación, entre otras.

¿Qué significa para usted dirigir una facultad que no solo forma profesionales, sino también agentes de cambio?

Significa formar profesionales para el mañana, que no solo se desempeñen en sus campos laborales, sino que también sean actores de cambio relevantes para la sociedad y el país. Queremos que nuestros estudiantes sean éticamente responsables, colaborativos, comunicativos y capaces de aplicar los conocimientos adquiridos durante su formación. Nuestro cuerpo académico está comprometido con esta visión, trabajando cada día para que los estudiantes sean profesionales destacados que transformen su entorno y generen un impacto positivo en los distintos sectores en los cuales se desempeñan.

¿Qué importancia tiene la diversidad de áreas que conforman la Facultad de Ingeniería y Negocios, incluyendo a las escuelas y el Instituto de Matemática, Física y Estadística?

La diversidad de áreas y escuelas es una gran oportunidad para el proceso formativo de los estudiantes. Nuestra facultad, que es una de las más grandes de la Universidad, cuenta con carreras que abarcan desde la ingeniería y auditoría hasta la gastronomía y el turismo, además de un instituto dedicado a la matemática, física y estadística. Esta amplitud de áreas nos permite crear sinergias entre disciplinas para ofrecer herramientas transversales, como el manejo de datos y las tecnologías digitales, que hoy son esenciales en toda industria. La diversidad de áreas también nos permitirá desarrollar investigación aplicada en múltiples sectores, abordando los problemas de una manera holística, multidisciplinaria y aportando soluciones técnicamente factibles, económicamente viables y socio-ambientalmente pertinentes.

¿Qué mensaje le gustaría transmitir a los estudiantes, académicos y colaboradores de la Facultad de Ingeniería y Negocios?

Invito a los estudiantes a ser parte activa de la facultad, ya que nuestra oferta académica responde a los requerimientos del mercado actual. Incorporamos temáticas relevantes como la ciencia de datos, Inteligencia Artificial, sustentabilidad e innovación, sellos que estarán presentes en todas nuestras carreras. Para los académicos, el desafío está en fortalecer el proceso formativo, además de potenciar la investigación, la innovación y la transferencia tecnológica. Esto implica acercarnos al mundo productivo y al sector público para desarrollar proyectos aplicados, que no solo aporten al entorno, sino que también complementen la formación de nuestros estudiantes.