Organizado por la Universidad de Las Américas, Andrés Bello y del Biobío, se realizó el “Primer Congreso de Educación Emocional: desafíos y oportunidades”, el cual tuvo como objetivo difundir la importancia de la educación emocional, otorgando una instancia académica y científica que permitió compartir experiencias profesionales e investigaciones.

En la ocasión, Paz Hormazábal, Vicerrectora de Sede Concepción de UDLA, dio palabras de bienvenida del encuentro, donde reflexionó sobre los pilares de la educación basadas en el saber tripartito: saber, saber ser y saber hacer, que se refieren a la formación profesional bajo el enfoque de competencias, las que sin duda se complementan con la educación emocional.

María Mercedes Yeomans, académica investigadora de la Facultad de Salud y Ciencias Sociales de UDLA, presentó la ponencia “Estado emocional de los estudiantes postpandemia y su relación con la educación emocional”. En ella indicó que buscaron mostrar los efectos de la pandemia en áreas como el cansancio en estudiantes de educación superior chilenos, así como la prevalencia y variables asociadas a la depresión, ansiedad y estrés.

“Se detectaron síntomas depresivos en el 63% de la muestra. 69% con ansiedad, 57% con estrés, 27% con consumo problemático de alcohol y 14,9% con consumo inadecuado de marihuana. Un 10% de la muestra refirió, además, medicación diaria con antidepresivos y/o ansiolíticos”, afirmó.

Por su parte, Jessica Candia, Directora de Carrera de Trabajo Social de Sede Concepción, expuso la temática “Contribución del ámbito educacional al bienestar social”, donde enfatizó que es fundamental ver los datos de segunda fuente y poder analizarlos para ver cómo está la población adulta sobre el bienestar subjetivo.

En tanto, Yasna Anabalón, académica de la carrera de Trabajo Social de UDLA, expuso ambos días de la jornada sobre las emociones en el proceso formativo del trabajador social (trabajo realizado en conjunto con Emmanuel Vega, de la Universidad de Concepción) y sobre la caracterización de las competencias emocionales del estudiantado de una universidad del centro-sur de Chile, que fue producto de un trabajo interdisciplinario con académicos de U de Concepción y Universidad del Bío-Bío.

También participaron las estudiantes de quinto año de Trabajo Social, Paloma Barroso, Nilda Muñoz y Denisse Salas, con su trabajo de taller de título “Sistematización de experiencias sobre las competencias emocionales en los procesos de intervención del equipo profesional de la Corporación para la Atención Integral del Maltrato”.