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“La figura del intérprete en Lengua de Señas Chilena: estado actual y desafíos en el contexto escolar”, es el nombre del estudio liderado por la académica investigadora de la carrera de Educación Diferencial de Sede Viña del Mar, Dra. Pamela Herrera, iniciativa ganadora de los Fondos Concursables Proyectos Internos de Investigación 2022 de la Vicerrectoría de Investigación de UDLA.

El proyecto tuvo como propósito describir la figura del intérprete en lengua de señas chilena (ILS) que se desempeña en los ciclos de educación parvularia, básica o media a través de tres dimensiones: caracterizar su proceso formativo, describir los retos que enfrenta en su trabajo y el contexto en que se desenvuelve, además de los facilitadores y barreras que se presentan en su labor.

En total, se consideró una muestra de 24 intérpretes en lengua de señas, 14 de ellos pertenecientes a establecimientos educacionales de la Región de Valparaíso y 10 de la Región Metropolitana.

En el estudio también participó como coautora Pamela Lattapiat, académica del Departamento de Educación Diferencial de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE), junto a un grupo de estudiantes de ambas instituciones: Camila Sazo, Daniela Danyau y Tania Venegas de UDLA Campus Los Castaños, además de Javiera Callejas, Marlene Jeldres, Caroline González y Carla Vilches de UMCE.

La implicancia de esta investigación es tener una visión desde la realidad experiencial de los intérpretes en el contexto escolar. Sobre el tema hay escasa información en Chile y pocos artículos científicos, que más bien son revisiones sistemáticas o históricas. Avanzar en esta evidencia facilitará la orientación de este rol, realizar cambios, mejoras y establecer desafíos”, dijo la Dra. Herrera-Díaz.

La profesional detalló que a través del proyecto se logró caracterizar las trayectorias de formación de los intérpretes, dónde se instruyen y cuánto dura su preparación. Se determinó que el proceso de formación es diverso, desde un mes hasta tres años, en lugares como institutos profesionales, asociaciones de intérpretes en lengua de señas o de sordos. En estas dos últimas solo se trabaja la enseñanza de la lengua de señas de forma básica, con cursos que duran máximo de 1 a 3 meses.

Sobre el contexto laboral y las exigencias que posee un intérprete al interior de la escuela, la académica comentó que se obtuvo información sobre las jefaturas, funciones y tareas solicitadas, la forma y tiempos de organización de estas, horarios de trabajo, sistemas de remuneraciones y montos, entre otros. Se determinó que hay grandes diferencias en los contratos y honorarios, en las formas de organizarse al interior de las escuelas, de quiénes son los jefes directos de los intérpretes, de la diversidad de tareas que se le asignan, algunas asociadas a su rol, mientras que otras a una labor más bien de asistente de aula.

Respecto de las barreras que se le presentan a los ILS en su desempeño laboral, estos mencionan que la principal dificultad es el desconocimiento de su rol por parte de los jefes y comunidad educativa en general, porque se les solicitan tareas que no corresponden a las directrices y especificaciones que del perfil descrito por Chile Valora y en las orientaciones del Ministerio de Educación, entre ellas, cuidar cursos y participar de actividades extraprogramáticas. Otra de las dificultades que se les presenta es la diversidad de jefes a quienes responden, desde directivos hasta encargados de Unidad Técnica Pedagógica o Programa de Integración Escolar.

“La información obtenida en esta investigación es de primera fuente, con intérpretes de lengua de señas que han vivido experiencias laborales en dos regiones del país. Los resultados aportan para la toma de decisiones respecto de unificar criterios en su rol y permiten determinar desafíos futuros para mejorar sus condiciones, tanto en los establecimientos, como a nivel gubernamental”, expresó Pamela Herrera, Doctora en Políticas y Gestión Educativa, quien mencionó, por ejemplo, que para realizar el estudio una de las grandes limitaciones que tuvieron como equipo fue la recolección de nóminas de intérpretes que tuvieran distintos organismos dentro de las regiones, no contándose en todas con una base de datos formal y actualizada. En este sentido, destacó la gran disposición y colaboración que tuvieron de la Asociación de sordos de Marga Marga para la investigación.

“Podemos concluir que, definitivamente, en cuanto a la importancia que tiene el intérprete en lengua de señas en el contexto escolar, hay que avanzar mucho en valorar y posicionar su rol. Si hablamos de inclusión, cuyo centro es eliminar barreras, el intérprete lo que hace es minimizar aquellas barreras comunicacionales entre el profesor y el estudiante sordo, facilitando el entendimiento mutuo y avanzar en el proceso de enseñanza y aprendizaje”, expresó la educadora diferencial, especialista en Audición y Lenguaje.

La profesional adelantó que durante el 2023 darán continuidad a esta investigación enfocándose en los equipos directivos y profesionales que trabajan en los establecimientos educacionales que disponen de intérpretes en lengua de señas, para así obtener más antecedentes del rol de estas personas y aportar a su desarrollo.