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Liderado por Natalia Riffo, exministra del Deporte, actual directora ejecutiva de la Corporación de Deportes Ñuñoa y con una amplia trayectoria en el sector público, la Red de Egresados de Universidad de Las Américas invitó a egresados a participar en el segundo conversatorio profesional del año: “Sector público como espacio laboral”.

La expositora tuvo la oportunidad de profundizar sobre el trabajo en el sector público, qué oportunidades surgen en este ámbito, qué significa ser un empleado público y qué es la vocación pública.

“El sector público es el conjunto de organismos administrativos mediante los cuales el Estado cumple, o hace cumplir, la política o voluntad expresada en las leyes del país. Este sector representa a la propiedad colectiva o pública en contraposición del sector privado”, explicó Riffo.

Con respecto qué es ser funcionario público, la exministra, lo definió como “las personas que trabajan bajo un estatuto administrativo que regula el empleo público, aplicable, fundado en los principios jerárquicos, profesionales y técnico”.

En ese sentido, explicó que dentro de los requisitos de ingreso está ser ciudadano, haber complicado con la ley de reclutamiento y movilización, tener salud compatible con el desempeño del cargo, no haber cesado en un cargo público como consecuencia de haber obtenido una calificación deficiente o por medidas disciplinarias, no estar inhabilitado para el ejercicio de funciones o cargos públicos, ni hallarse condenado por delito que tenga asignada pena de crimen o simple delito, entre otros.

Tras explicar las categorías funcionarias (de planta, a contrata, honorarios, electo por la Alta Dirección Pública y electo democráticamente), Riffo compartió con los egresados de UDLA cómo son las condiciones laborales una vez al interior de la institución.

Los cargos tienen remuneraciones fijas, consignadas en “grados” que definen un monto de acuerdo con una escala. No hay indemnización por años de servicio ni tampoco bonos por cumplimiento de metas individuales, aunque sí por metas colectivas. Tienen seis días administrativos anuales, pago íntegro de las licencias médicas, entre otros”, afirmó la expositora.

Antes de dar paso a las preguntas de los presentes, la psicóloga de la Universidad de Concepción, abordó la relevancia de la vocación pública.

“La vocación de servicio es un valor de las personas que se dedican a lo público. Los funcionarios con esta vocación realizan un trabajo para la sociedad, cuyo beneficio es la satisfacción de ver resueltas las necesidades individuales y comunitarias”, sostuvo.

En esa línea agregó que “el servidor público, al ser representante del gobierno, puede fortalecer la confianza de los ciudadanos en las instituciones. Eso lo debe alentar a una preparación constante y actualización permanente, herramientas para su desempeño que en un principio las proveen las propias instituciones”.