En el marco del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, estudiantes de la carrera de Periodismo se reunieron en el Aula Magna UDLA Sede Santiago para ser parte del conversatorio “Reporteo en zona de guerra: la responsabilidad de informar”.

Ignacio Pérez, Director de Escuela de Periodismo y Comunicaciones de UDLA, fue el moderador de una interesante conversación con Andrea Arístegui, conductora del noticiero “Meganoticias Actualiza”, de Mega y Rafael Cavada, periodista de CHV.

Como primera reflexión, Aristegui explicó que “la experiencia de una cobertura en terreno siempre tiene un montón de complejidades que va más allá de lo obvio que es estar en una zona de conflicto. Ojalá nuestras preocupaciones fueran solo en términos del contenido, pero cuando estás en terreno tienes que solucionar temas logísticos, cómo moverse, cómo despachar, cómo conectarse a internet”.

Sobre la presencia de mujeres en la cobertura, Arístegui aseguró que “si bien en Chile aún es un tema, lo que vi en terreno es que al menos en nivel internacional, las mujeres hace mucho tiempo están presentes en situaciones de conflicto. Eso incluye a periodistas, reporteras gráficas, camarógrafas. Deberíamos cuestionarnos por qué aún hay ciertas áreas donde les cuesta tanto hacer esa transformación”.

Las diferencias entre esta guerra y las anteriores que se dieron en otras partes del mundo también fue otra de las temáticas tratadas en la actividad. Cavada, quien cubrió el conflicto en Irak el 2003 por ejemplo, afirmó que “no hay ninguna guerra que sea igual a la otra, todas tienen sus complejidades. En esta guerra en particular por ejemplo, nos pudimos acercar muy poco a Kiev, porque había infinidad de problemas logísticos y de seguridad. También vimos a familias completas llegando a las fronteras, con 2 grados de temperatura, los padres se despedían de sus hijos; esa crudeza de ver cómo la familia se desintegra es chocante”.

Rol del periodista en la cobertura

¿Hasta dónde el periodista debe involucrarse en una situación así? Fue una de las preguntas que se abordó en el conversatorio donde Andrea Arístegui hizo un detallado análisis: “Cuando nosotros estamos en terreno, estamos para contar las historias del resto, no nuestras propias historias. Somos privilegiados en tener la posibilidad de darle voz a los que no la tienen en un momento como eso (…) Pero es imposible no empatizar con lo que están pasando las personas; esa emoción y sensibilidad que a uno le genera no es mala, es parte de la información”.

Por su parte, Cavada reflexionó con respecto a la relevancia de los bloques internacionales en los noticieros y cómo enfrentar el boom de las redes sociales en estos conflictos: “Con la guerra en Ucrania los bloques subieron, pero van a volver a bajar. El problema es que mientras nosotros nos sometemos a este juego, avanza la inmediatez de las redes sociales, las cuales son competencia para el que hace el despacho de internacional en la noche, porque la gente ya lo vio en Twitter, Youtube, etc”.