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Por segundo año consecutivo, Alberto Blest, Director de Carrera de Trabajo Social de Sede Viña del Mar, fue nominado como jurado ciudadano para la 14° versión del Festival de Cine Chileno (FECICH) que se realiza entre el 8 de enero al 11 de febrero en la Región de Valparaíso.

Después de los meses de restricciones por la pandemia de Covid-19, el evento organizado por Centro Cultural Quilpué Audiovisual, que cuenta con financiamiento del Fondo Audiovisual Convocatoria 2021 del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, retomó actividades presenciales en Villa Alemana y Quilpué, además de muestras itinerantes en Quintero, Llay Llay, Quillota y La Ligua y otras instancias online.

Más de 50 películas son parte de su cartelera, mientras que 12 cortometrajes y 12 largometrajes compiten en sus categorías en la Selección Oficial de la Competencia Radiografía Nacional. Este año por primera vez el Jurado Ciudadano tendrá la misión de elegir al Mejor Largometraje y Cortometraje del año, instancia que integra el académico UDLA.

¿Cómo recibes esta nueva nominación como Jurado Ciudadano?

Estoy muy contento, agradecido por la oportunidad que FECICH apertura a sus públicos, además de la responsabilidad por la labor que desarrollaré visionando, apreciando y seleccionando las películas chilenas en competencia en las categorías largometrajes y cortometrajes.

¿Qué te parece que el Jurado Ciudadano tenga la misión de elegir al Mejor Largometraje y Cortometraje del año?

Es inédito en un Festival de Cine en el país que el Jurado Ciudadano seleccione al mejor largometraje y cortometraje. Este es el primer año que se realiza con esta modalidad y es una gran oportunidad para que los públicos participen e incidan en dicha elección. Contempla un cometido que pone en valor la deliberación de los ciudadanos con las películas chilenas que estarán en competencia. Es muy atractivo para mí dialogar en torno a las películas con un grupo de espectadores, más allá de la factura técnica que tengan, posibilita el apreciarla desde una perspectiva distinta, temática, valórica y ciudadana.

Además de tu labor como jurado ¿tendrás otras actividades?

Participaré de las ceremonias de inauguración y clausura, además de moderar el conversatorio de una de las muestras de la Franja Públicos del Futuro, sobre cuatro películas que seleccionamos en el Taller de Curatoria de la Quinta Escuela de Espectadores, que se desarrolló entre octubre y noviembre del 2021. También me corresponderá moderar la película chilena “Perro Bomba” del realizador Juan Cáceres, película de ficción que aborda la temática de la población migrante haitiana en Chile. 

¿Por qué es importante que el Festival vuelva con actividades presenciales?

La experiencia de visionar una película en sala es muy distinta y relevante, por el ambiente que se genera y por la interacción que produce en el espectador. Ir a la sala, esperar el ingreso, sentarte en una butaca, visionar en pantalla grande, con un sonido importante, entre espectadores, lo hace especial y esencial.

¿Qué relevancia tiene este festival para promover y visualizar el cine chileno?

Es una radiografía a nuestra cultura, una puesta en valor de lo que se está realizando en el país, del esfuerzo por hacer cine de equipos de trabajo que deben ser promovidos y merecen nuestro respeto, admiración y acompañamiento. Este festival está dedicado íntegramente al Cine Chileno, contempla muestras de cosechas del año, públicos del futuro, directoras y cambio social, cine chileno en construcción, el legado del cineasta Raúl Ruiz, conversatorios, además de la competencia de largometrajes y cortometrajes.  Invito a todos a participar y sumarse.

¿Cómo ligas tu trayectoria como documentalista y gestor cultural con la labor académica?

Permite reflexionar en torno a las temáticas del Chile actual, lo que nos está importando, en lo que estamos comprometidos, lo que queremos cambiar. El novísimo cine chileno y el cine de proyección se caracteriza por el trabajo de autor y por las líneas temáticas que está proponiendo, un Chile diverso, migrante, inclusivo, con perspectiva de género, transformador, con una visión de los derechos fundamentales de niños, niñas y jóvenes, personas mayores, mujeres, personas en situación de discapacidad, cuidadores. Esto es lo que está detrás de muchas de las realizaciones que se están presentando y desarrollando en la actualidad en Chile.