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Como misión, la carrera de Arquitectura busca enseñar afrontando proyectos insertos en la complejidad de los procesos de urbanización actuales, abordando problemáticas socio-espaciales e interactuando con comunidades específicas.

Esto  proporciona una experiencia de educación superior a una representativa población estudiantil. Para alcanzar esta meta uno de los elementos destacados de la carrera es el interactuar y colaborar permanentemente con artistas, diseñadores, músicos y realizadores audiovisuales.

“Tenemos como sello la interacción con diversas disciplinas, con el fin de que los estudiantes de Arquitectura puedan abordar los problemas de una manera más integral.  La idea es que incorporen nuevos puntos de vista en sus proyectos y que utilicen una amplia gama de herramientas en sus propuestas”, explica Rodrigo Valenzuela, Director de la Carrera.

Como una forma de materializar este propósito, a fines de enero se realiza el tradicional festival Soundtiago, en el que se invitan a diversos exponentes del arte, la performance  y la exploración sonora  a exponer sus experiencias y crucen sus disciplinas por  medio de la creación de intervenciones espaciales.

Al igual que en otras carreras, Arquitectura trabaja de la mano del Programa de Intervención Comunitaria. En esta instancia, se construyen proyectos reales abordando las necesidades que tiene la ciudadanía de un barrio en particular. Primero se levanta un co-diagnóstico junto a la comunidad y se abordan sus problemáticas socio-espaciales. Luego se realiza un anteproyecto o co-diseño para luego rematar con una co-implementación. Es un diálogo permanente y dinámico entre estudiantes, académicos y usuarios.

De estos trabajos conjuntos han surgido proyectos destacados, como lo son un mobiliario comunitario que se implementó en un cité, o un sendero para que circularan libremente los vecinos y que se habilitó en una cancha de fútbol, el que también puede utilizarse como mesa o bancas. También destaca un conjunto de vagones de madera que se habilitaron en el barrio República simulando a los antiguos tranvías.

Quienes opten por estudiar Arquitectura con nosotros encontrarán una carrera que busca formar profesionales íntegros e integrales, es decir, que tengan una mirada crítica frente a los desafíos actuales y autonomía para abordar problemáticas reales. Todo en un marco de modernidad, mutidisciplinario y que permita a los futuros arquitectos elegir libremente su destino laboral”, manifiesta Rodrigo Valenzuela.

Académicos de primer nivel y programas para fortalecer las habilidades blandas

En esta carrera los estudiantes realizan proyectos desde el primer semestre en los talleres de Arquitectura, acompañados por un grupo de profesores guía, siempre con la intención de que sean los propios alumnos los que diseñen, creen y plasmen sus ideas desarrollando las habilidades que han aprendido.

“Además, durante el primer año de la carrera, tenemos un programa enfocado en fortalecer la capacidad de comunicar ideas y desarrollar habilidades blandas como trabajo en equipo, liderazgo o capacidad  analítica, por medio de tres cursos: el Taller de Comunicación Oral, el Taller de Comunicación Escrita y el Taller de Comunicación Gráfica. Estas herramientas se aplican durante el resto de la carrera y, sobre todo, después en el ámbito profesional”, agrega Valenzuela.

Desde el cuarto año de la carrera, Bárbara Navarrete, estudiante de Arquitectura, comenta lo positiva que ha sido su experiencia: “Destaco de manera especial la calidad de los profesores, su cercanía con los estudiantes e incluso el hecho que tengamos académicos extranjeros, lo que permite abrir nuestros horizontes y conocer de primera fuente otras realidades arquitectónicas”.

En esa línea, también valoró que “en UDLA se encuentra una realidad que va más allá de construir edificios, gracias al carácter humanista de la carrera tenemos desde los primeros años una vinculación directa con la comunidad, sus necesidades y requerimientos espaciales”.